La historia de la gran Colombia en la del hoy.

Los padres fundadores. El amor eficaz.

Por: Fernando Ballesteros Valencia

El modelo democrático, ha dado a la sociedad de occidente elementos, herramientas en su gobernanza. La política como herramienta de tejido de edificación de naciones, basados en la cultura, los principios que rigen las libertades supremas.  Un modelo, diríamos que pone orden a los estados, a fin que cumplan con un solo objetivo, el bienestar de las sociedades inmersas en sus marcos territoriales. Normas, leyes, responsabilidades que se conjugan como el ejercicio de la política; gobiernos independientes, bancadas equilibradas con representación de minorías en equivalencias. Su fundamento rector, es la división administrativa, el ejecutivo, el legislativo, el judicial, el constituyente primario, en el caso de Colombia, el cuerpo rector, la Corte Constitucional. El momento histórico por el que transita esta nación, en este preciso momento en el que se proyectan los ejercicios políticos de elección popular, el gobierno, a quienes se colocara en la administración de la  riqueza de este país, que genera un producto interno bruto de  55.066 millones de Euros, mil billones de pesos, nación  número treinta y uno entre las cincuenta economías del mundo,  y que final mente es el ciudadano, quien decide quien  debe representar esa dignidad publica, en la toma de sesiones, de los nuevos administradores públicos, por los periodos designados,  su función la de trasladar esos recursos al beneficio de su estado de bienestar, el del constituyente primario;  ello, entendido como, calidad de vida, que es  a su vez, salud, educación, bienestar en todos los órdenes económicos.

El constituyente  primario, el votante, el elector, todos los colombianos; esta, transversalizado por los vitales,  elementos esenciales en la vida de la naturaleza y sobre la que se soporta la existencia humana,  la tierra, el agua, el aire,  que son los determinantes, tanto a nivel de la colectividad social, como del sostenimiento de este estado de bienestar; la tierra, el agua, el aire, en todo  su conjunto son estratégicos,  como parte del territorio nacional, el distrito capital, los municipios, los departamentos las islas, las fuentes hídricas, los océanos,  la región, como una sola unidad el mundo, ya sea como  reserva alimentaria, de riquezas del subsuelo, abundancia de fuentes hídricas, minerales, son esenciales en la vitalidad de una nación;  que se proyecta en el concierto de las naciones “ricas”; el planeta social, tiene puesto sus ojos, a la sobre explotación de la tierra, al exterminio de las especies.   Ahora que este país ha firmado un acuerdo de paz, es más visible el inventario de la riqueza de la nación. Con un respaldo total, las naciones del mundo, que la sociedad se volque, sobre el saber de las riquezas de la nación, como país estratégico, en el concierto económico y bio diverso del mundo.

Hoy el pos acuerdo, atraviesa su más dura prueba, la implementación de la totalidad de su cuerpo estructural de paz, a puertas de la terminación del periodo primero de paz, dos administraciones, ocho años, quienes lo firmaron en el inicio y ahora desde la oposición o los del no, del actual presidente Duque. Juan Manuel Santos el arquitecto del mismo, quien dejo una tarea por completar a la sociedad en general, la toma del poder de la paz frente a la guerra o el continuismo de un modelo que ha caducado.

Hoy se disputan, se identifican, tres líneas gruesas, clara mente distinguibles, antes dos, históricamente, liberales y Conservadores, hoy se clarifica una tercera en construcción en los últimos cincuenta años, un movimiento de centro, progresista. Importante decir que está constituido y forjado especial mente por tendencias de centro izquierda, liberales, conservadores, de movimientos sociales, indígenas – nativos, campesinos, trabajadores, obreros, movimientos de mujer y género, activistas sociales. Está claro que concentran sus esfuerzos en la consolidación de la paz, las profundizaciones de soluciones sociales, con salidas económicas en equidad y equidad económica,  a partir de la diversificación del desarrollo interno, soportado en las riquezas de la nación, producción en equilibrio con el medio ambiente, equidad económica a todo nivel social, de conocimiento, ciencia,  tecnología, medicina; especial mente, la mayor población de la región en déficit de calidad de vida, salud, educación, vivienda y en general bien estar y equidad.

Este marco situacional, nos sirve, en tanto que queremos descifrar una de las características que identifican a esta nación que esta a la entrada al cono sur.     El punto central, Simón Bolívar, quien fuera el prócer que trajo la independencia de ser colonia española. El libertador cuyo nombre completo es Simón Trinidad Bolívar, nació en Caracas Venezuela. Las circunstancias por la que atraviesa Venezuela; no son ajenas a las realidades Latinoamericanas, las que vio venir el prócer de la independencia después de su periplo por Europa. Venezuela es el ojo del huracán, no solo por su posición geopolítica estratégica, sino por las riquezas del subsuelo, una entre ellas, el petróleo.

El prócer y su origen, hoy, seria clasificado de carácter extranjero, Venezolano, Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, Francisco José Caldas – el sabio Caldas, Camilo Torres, Francisco de Miranda, Manuel Piar, Rafael Urdaneta, José Antonio Ansuategui, Jacinto Lara, Santiago Mariño, José Félix Rivas,  Rafael Urdaneta,  José Tadeo Monagas, Antonio José de Sucre, José Antonio Páez, Manuela Beltrán, mujer precursora, ompió el Edicto Real con los nuevos impuestos al tabaco y otros en 1781, Josefa Canelones,  libertadora casanareña, tuvo su hijo en el páramo de Pisba acompañando a su marido que pertenecía al ejército patriota a finales de julio de 1819, Juana Bejar,  libertadora casanareña, destacada por ser una gran jinete, acompañó como soldado al ejército de la campaña libertadora cuando atravesaron la Cordillera de los Andes, María Clemencia Caicedo y Vélez, educadora, fundó el Colegio de La Enseñanza para la educación de las mujeres en 1783 aprobado por Cédula Real de Carlos III, Águeda Gallardo, libertadora, le arrebató el bastón de mando al Corregidor Juan Bastús y lo lanzó al piso en el parque de Pamplona el 4 de Julio de 1810, Mercedes Abrego, mártir, era una maestra del bordado, especialista en ornamentos eclesiásticos y trajes militares, fue degollada en Cúcuta en 1813 por apoyar la campaña de la independencia y por bordar y dar de regalo a Bolívar una casaca de Brigadier, Carlota Armero, mártir, ejecutada en mayo de 1816 en Mariquita por venganza del general español Bernate pues rechazó su propuesta de matrimonio porque ella apoyaba la causa independentista, Clara Tocarruncho, precursora, indígena de ascendencia muisca de Cómbia, que declaró a Tupac Amarú en 1781 como emperador de América, Manuela Sanz de Santamaría: Mujer intelectual y amante del conocimiento, creó La Tertulia del Buen Gusto donde se discutían ideas políticas que venían de Europa en 1810, Magdalena Ortega, Esposa de Antonio Nariño, una mujer fiel a la causa libertadora quien apoyó incondicionalmente a su marido, Dorotea Castro, Mujer espía y mártir que junto con su esclava guardaban armas en su casa de Palmira para proveer al ejército patriota. Ejecutada en Palmira en 1817, Josefa Conde, esclava de Dorotea Castro, quien siempre fiel a su ama fue ejecutada junto con ella en Palmira en 1817, Policarpa Salavarrieta, fusilada de espaldas a sus verdugos por apoyar la causa patriota y difundir ideas independentistas en noviembre de 1817, Estefanía Linares acusada de ocultar un soldado patriota en su casa, fue fusilada en Natagaima en 1816 sin ningún protocolo ni juicio, Joaquina Aroca acusada de apoyar la causa patriota, fue ejecutada en 1816 en Mariquita, Rosa Zarate, mártir, fue perseguida, robada y ejecutada en Tumaco en 1813 por apoyar la causa patriota, Francisca Guerra, desterrada de Santafé por apoyar la causa independentista y por brindar socorro a las tropas de Bolívar, el ultimo, siempre de primeras entre los padres fundadores Simón Bolívar el libertador. sus orígenes, todos se envisten como compatriotas de una misma nación, una misma causa la Gran Colombia, América grande.

Sus orígenes, hoy no son tema de discusión o análisis, sabemos que sus orígenes corren por las venas de la América de la Gran Colombia, los que suman o los más divisionarios. Lo que si nos interesa destacar es este, el punto nodal, otro de los cabos que nos atan, una y o través en el  tiempo y hasta el fin de los mismos,  a fin de acercarnos e ir determinando, las fracturas que hoy como sociedad, no se explican, frente a la forma de ser de los Colombianos, su espíritu libertario enredado en los intereses mezquinos de la división y un caos implantado por la concentración de la riqueza, especial mente la del campo. En tal sentido la concentración de tierras y riqueza en pocas manos. Todo lo contrario, al fin último de los padres y madres fundadores.

Los dirigentes, en quienes se ha depositado la administración del país,  la denominadas clases, los de estrato, los inalcanzables e inaccesibles, nada más contrario al fin último de la independencia, que como punta de referencia, a  una sociedad que se mira al espejo y no se ve reflejada, en tanto que ve y se vive en dos orillas, diferentes, los que tienen y poseen y concentran más riqueza, el  poder, los desposeídos y marginados, dos extremos del entrampamiento, o diríamos del maltrato, la segregación, los pobres.

Los libros de historia y los relatos sociales, son la memoria de la divisiones políticas entre los padres de la patria, libertada, por el general Simón Bolívar y el elemento central de este ensayo, el modelo divisionista Santanderista, otro de los artífices, libertador y cofundador de la Gran Colombia, Santander propugnada por un estado federalizado; libre como lo entendía Bolívar y átomo en todos los coterráneos de la Gran Colombia. La gran Colombia la forjaron los nativos, campesinos, artesanos que acompañaron al Libertador, a ellos se debe emular, la Colombia de hoy.

A fin de acercarnos a un punto en común que es lo que buscamos plantear, tendremos que tomar como referencia; elementos de la historia, en sus primeras etapas a fin de usar una asignación, un punto de partida por demás arbitrario a manera de acercamiento, desde las ciencias sociales, la comunicación social, el periodismo, cuerpo orgánico que es Colombia como nación y es la fundación de esta la gran América de la Gran Colombia. Colombia, otrora, en sus principios, siempre ha sido un territorio libre, en libertad, su denominación  Nuevo Mundo que ha vivido en paz; lo cobijaron los imperios Inca, Maya, Azteca, en su equivalencia, Europa con los imperios de Alejandro Magno, el Imperio romano, el Imperio mongol, el Imperio español, Imperio británico, Imperio colonial francés.

Un largo trecho, ha enfrentado a la humanidad por edificarse, por ser el modelo de ella y sus dimensiones existenciales, conceptuales, ideológicas, intelectuales, científicas, técnicas y tecnológicas que le definen como un ser pensante.

Ahora un solo cuerpo social, en el planeta global. Es el imperio posmoderno, uno solo pueblo una sola raza, un solo caminar en la extensión de sus últimos cien años.

Ahora, el hombre, la especie humana, ha sido seleccionada, para enfrentar el último de sus caóticos esfuerzos por mantenerse viva; como especie, las pestes, las gripes, los SARS, el sida, el Coronavirus, la contaminación ambiental, la tierra, el agua, el aire que en los últimos cien años; esta última, cobra la supervivencia de la especie.

Enfermedades, como las virales, suficientes como para exterminar una civilización, tal como pasara con la Peste – Norte Americana, llamada Negra en Europa.

Estas comunidades ascendentes de los imperios Inca, Maya, Azteca conocedores y sabios con la convivencia con el medio ambiente en total equilibrio con el ecosistema. Nueva mente, enfrentan, una presencia extranjera, que fija su posición dominante sobre la existente cultura primigenia, otrora civilización ascendiente de imperios.

Esta variable, viral, punto en común de la presencia extranjera en los territorios de América; frente a  sociedades desprovistas de prejuicios como son los nativos de las américas, libres de enfermedades y pestes, su desnudes, cuyas raíces hoy más que nunca demuestra que la modernidad, la industrialización a ultranza, lleva al exterminio a especies milenarias.

Este el nuevo mundo, centra su visón más allá de la concentración, el modelo imperante europeo – Norte Americano; y mantiene vivas los últimos vestigios de la convivencia en equilibrio con el entorno, el ambiente; esta civilización, tal como sucediera, con las enfermedades traídas de Europa y que diezmara los imperios Mayas, Incas, Aztecas, también terminarían por imponer sus criterios de valores.

Este el punto central, al que queríamos acercarnos; en ese, el rompimiento del hilo conductor de una civilización con la tierra, el agua, el aire en total equilibrio ancestral de cosmovisión, de la convivencia – hombre territorio. La superposición por la fuerza, la violencia y el sometimiento; un nuevo idioma; ante cientos de dialectos y lenguas, formas y maneras de ser de los nuevos mundos. Tuvo su punto de quiebre con la llegada de Napoleón y su invasión a España. Punto de rotura, nueva realidad que genero un nuevo cambio, la independencia de las Américas de España.

Otra realidad es posible; la premisa de la Gran Colombia en todas las región Latinoamericana, desmorona el imperialismo conquistador, más de treinta y tres Constituciones, presagiaban las divisiones de todos los bandos; Simón Bolívar, un solo libertador, un solo territorio una sola nación, La Gran Colombia.

Su deceso, trajo a la luz pública, las truculentas envidias, divisiones mezquinas y hasta calumnias de la figura del caballero andante de los Andes. La manipulación de la historia, como arma de fuego al igual que la inquisidor, el miedo,  para desequilibrar la memoria histórica.

Las sociedades de entonces, en estos territorios;  nos dice la historia, que estaba representada, por los nativos Americanos, Españoles, Criollos, que no eran ni Españoles ni Gran Colombianos; comerciantes, letrados y por fortuna  una significativa comunidad científica, enarbolarían la de la expedición Botánica, la del sabio Caldas, la de las letras inmarcesibles de los derechos humanos de Antonio Nariño, próceres de la independencia, Francisco De Paula Santander   el fundador de la biblioteca Nacional,  entre muchos más. Darían luz en medio de la oscuridad del sentido divisionario que se gestaría  como parte de la genética de la nación y que la hundiría por siempre a guerras interminables, procesos de paz frustrados, asesinatos, memoricidios, acciones seriales, asesinatos, extermino de partidos políticos nacientes, como el Gaitanismo, el MOIR, la UP Unión Patriótica, que terminara en la diáspora,  asesinados sus líderes, exterminados sus redes o bases sociales, y que  tomara cuerpo en movimientos como el M -19, las FARC, EPL, que una vez firmara la paz y la dejación de las armas, al igual que el memorable e historico Benkos Biohó, Manuel Quintín Lame Chantre,el M19, serian asesinados.

Las realidades de desigualdad hicieron de un país un pueblo paria de su realidad, un pueblo en constante desplazamiento, llevado a la pobreza y la indigencia,  víctimas de múltiples atentados, secuestros, desapariciones forzadas, falsos positivos, entrampamientos ideológicos, políticos, culturales; Jorge Eliecer Gaitán, Camilo Torres, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Leonardo Posada, Pedro Jiménez, Octavio Vargas, Pedro Valencia, Manuel Cepeda, Álvaro Gómez, Luis Carlos Galán (1989), Carlos Pizarro (1990), Bernardo Jaramillo (1990).  Serian inmolados, paralelo a ello, corre un modelo demencial, de exterminio cuyo fin es consolidar la concentración de la tierra en pocas manos, la manipulación y hurto de las riquezas, como el oro, el petróleo, el coltán,  las esmeraldas, las especies naturales, la riqueza biológica,  la concentración de riqueza en pocas manos, la concentración de tierra para el cultivo extensivo, ganado; a partir de masacres,  los hechos acontecieron durante la conquista y colonia españolas, durante las guerras civiles del Siglo XIX, en algunas protestas en el siglo XX, durante la violencia, el  bipartidista, y en el conflicto armado de Colombia  por parte de las carteles del narcotráfico, Bacrim – bandas criminales. guerrillas, Fuerzas Militares, paramilitares, , GAO y delincuencia organizada.

Así la hidra de la muerte,  masacre de los Sastres el 16 de marzo de 1919, se organizó una manifestación de 4.000 sastres y artesanos contra la compra de uniformes militares en EE.UU por parte del gobierno de Marco Fidel Suarez, para la conmemoración del centenario de la manifestación terminó en un enfrentamiento entre los manifestantes y la Guardia Presidencial, dejando como saldo 20 muertos y 15 heridos, masacre de las Bananeras  los trabajadores de la United Fruit Company realizan una huelga el 5 y el 6 de diciembre de 1,928 en el municipio de Ciénaga, Magdalena, cerca de Santa Marta en la cual participan cerca de 25.000 empleados y un número indefinido de trabajadores murieron a manos del Ejercito Nacional después de que el gobierno de Miguel Abadía Méndez  decidió poner fin a una huelga de un mes organizada por el sindicato de los trabajadores que buscaban garantizar mejores condiciones de trabajo. El gobierno de los Estado unidos   había amenazado con invadir a Colombia a través de su cuerpo de marines  , si el gobierno colombiano no actuaba para proteger los intereses de la United Fruit Company .

Masacres en el recrudecimiento de La Violencia (1930-1960) este periodo las masacres más conocidas fueron: por los liberales la Masacre de Macheta, Cundinamarca (1939).Las masacres en todo el país se mantuvieron, los denominados Chulavitas en Boyacá, los Pájaros  en el Valle del Cauca, las denominadas guerrillas liberales. Existen registros desde 1951 con la muerte en Ataco (Tolima) de 13 personas. Masacre en Líbano  (Tolima) en 1952, de aproximadamente mil 500 personas, por el gobierno de Laureano Gómez en respuesta a una emboscada.

Entre el 8 y el 9 de junio de 1954 durante el Gobierno de Gustavo Rojas Pinilla   se registró la masacre de estudiantes por el Batallan Colombia  que recién llegaba de la Guerra de Corea, dejando a 13 estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia que marchaban para conmemorar el día del estudiante caíd, 25 años de la muerte de Gonzalo Bravo Páez, en la noche del 8 sería asesinado Uriel Gutiérrez Restrepo y el 9 de junio fueron masacrados 12 estudiantes que protestaban por su muerte.

Según afirmación de 2018 de Andrés Suárez, Coordinador del Observatorio de Memoria y Conflicto, “las masacres de la época de la violencia bipartidista eran masivas y los niveles de atrocidad eran distintos, con espectáculos de horror que incluso son superiores o más macabros de los que se vio en el conflicto contemporáneo”

Según el informe “Basta ya” Colombia, memorias de guerra y dignidad (2013) del organismo gubernamental Centro Nacional de Memoria Histórica   entre 1985 y 2012, se registran 1982 casos de masacres que dejan 11.751 víctimas. Los grupos paramilitares realizan el 58.8%, las guerrillas el 17,3%, la fuerza pública el 8%, grupos armados no identificados el 14%, y un 1% por unión de militares y paramilitares. Dos cintas 55 personas fueron asesinadas, en 18 departamentos del país, en lo que va de 2020, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia ha documentado más de 66 masacres.

Estos fenómenos delirantes de poder, se permea con una perfecta máquina de la muerte, conquistadores, colonizadores, terratenientes, millonarios, empresarios, corporaciones, multinacionales, estados, políticos, arropados en el narcotráfico, paramilitarismo, la corrupción; una secuencia interminable de políticos tradicionales, perpetuados en el poder, y financiados por el sector financiero – económico del país. Oscuros intereses, corruptos que se venden al mejor postor, aprobando leyes de despojo, pauperizando el campo, deslegitimizando el estado de derecho, sin normas ni leyes, o las existentes sin control, da igual que, si, no existieran. Un inexistente estado de regulación, de control estatal, ético, moral mente correcto, a lo que se suma, las faltas graves a los marcos legales de la OIT Organización Internacional del Trabajo, en lo  laboral, sueldos del mínimo de super vivencia, del mínimo de decencia social, del mínimo de la desigualdad, arroja a la gente a las calles, al llamado, rebusque,  empleo paupérrimo, palabras, términos que buscan minimizar una realidad de despojo, a ausencia de calidad en acceso a la  salud, educación, vivienda digna, en una sola palabra calidad de vida, un estado de bienestar social, en el marco de los derechos civiles.

A manera de conclusión, la ruptura se presenta, en la ambiciosa y monopólica dictadura de unos pocos, que entrarían a denominarse políticos, o quienes llevan al extremo las ideologías, las pasiones, con ausencia de la razón, esta, cuna de todas las ideologías que, por más de medio siglo, sumergieron las leyes del orden y la armonía del estado a fin de volverle un festín de ladrones, delincuentes, que hoy se hurtan más de cincuenta billones de pesos al año del erario público.

Progresistas, Social Demócratas, Liberales de centro, Conservadores independientes.

Unos independentistas, otros centralistas, transformadores; corrientes que tienen su punto de quiebre cuando deciden que la contienda de la reforma democrática debe darse a partir de la lucha a sangre y fuego.

El punto central de este escrito; memoria a los  padres fundadores, en el amor eficaz, la historia de la gran Colombia de la historia y del hoy, de un país de las víctimas, todas las familias de colombianas, que son los que entregan sus hijos al servicio de la guerra; el resultado, el pueblo sacrificado para concentrar el  poder de unos pocos; división, falta de organización, rabia, dolor; las lágrimas tiñen el verde horizonte de la Colombia, el rojo de la sangre derramada, ya no en defensa de la libertad sino del designio de poder totalitario de una minoría, el azul de la miseria de los océanos, dejados y olvidados a su suerte en la contaminación, la tierra para sepultar la muerte, el aire que intoxica del olvido de la memoria histórica;  por ese camino, la perdida de otra de sus riquezas invaluables, el  de la franja amarilla, el saqueo de las riquezas de la tierra, el oro, el petróleo, las especies y la preciada seguridad alimentaria, se ponen en riesgo por el extractivismo a ultranza.  

Estas fracturas, venas abiertas, desangran y despojan a la nación, modelo de prosperidad democrática en la región, cuyo signo le define como la democracia más sólida de América. Un país, rector de la Gran Colombia, de un continente prospero, de la historia de la América, de la Gran Colombia Latinoamericana.

Una vez más, hay una luz al fin de la horrible noche; acudir al manto de la inteligencia, luz; que, como en aquella época los precursores de la independencia  alumbrara Antonio Nariño y la declaratoria de los Derechos Humanos, a fines de 1793 o comienzos de 1794, Nariño tradujo el texto aprobado por la Asamblea Nacional de Francia a comienzos de la revolución (4 de agosto de 1789) consagratorio de derechos del hombre y del ciudadano, ​ lo cual le valió ser hecho prisionero; memoria indeleble de nación educada la Gran Colombia. Hoy la posibilidad que las juntas de sabios, arroje documentos en paralelo al de 1.993 a nivel científico y se pronunciasen, es, la hora del gobierno de la razón y la inteligencia humana en la democracia, y el ser social, del movimiento de las ideas que precedió la de Independencia.

Por: Fernando Ballesteros Valencia

Periodista Comunicador Social  

Centro de Investigaciones en Comunicaciones para Iberoamérica

Agenda Pública A.P.