Hablando y diciendo, muchas cosas
LA CONSPIRACIÓN DE LAS ELITES “EL DISCURSO” TERRATENIENTES DEL PODER
La imaginación y más allá, la razón de fondo, el teatro de operaciones pasado presente y futuro
Se han desplegado las operaciones de la guerra fría, se pasó, a la manipulación informativa, la pos verdad global. Esta, la tercera guerra mundial, es contra ¿Quiénes o quién? Exagerado, se puede pensar, escuchar, observar y analizar, si a un, no hemos perdido, con esta estrategia, la capacidad crítica. Con armas que pueden viajar diez veces más rápido que la velocidad del sonido, discursos, donde la potencia del primer orden, dice tener una capacidad armamentista insuperable, el imperio del poder del dinero, en la industrialización del aniquilamiento, lo que se denomina, el dossier de armas invulnerables; otra vez surge la pregunta ¿Para qué o contra quienes? De quién o quiénes? La destrucción mutua está asegurada. Un mundo multipolar. Más allá de la correlación de fuerzas o la disuasión. Bien es cierto, que los seres humanos, la mayoría de ellos, que es la que integra las democracias, en el caso de occidente, la misma regla para oriente, una vez activado cualquier mecanismos de estos, el del miedo, las reglas de juego ¿se rescriben? creer en eso, es solo un sofisma de distracción, es este modelo, los terratenientes del poder, demuestran su odio contra la humanidad, con sus modelos de segregación, de sometimiento, de esclavitud, del exterminio a ultranza de los minerales de la tierra, la contaminación, con la creación de ese el nuevo alimento de la muerte, el plástico.
La doctrina está servida sobre los manteles blancos de estos, los terratenientes del poder. Pero antes de seguir, para hacernos entender, ¿Terratenientes del poder?, son estas gentes que una vez exterminada la especie humana, ya tienen sus naves listas, a despegar, ya están viviendo en el espacio, con hielo en la luna, viajes al sol. No de otra forma se entiende la despreocupación por la contaminación ambiental, el efecto invernadero, la extracción de minerales a límites insospechados, el fraking, es lo que hemos denominado como, una cortina de humo. El equilibrio de la balanza terrenal esta es nuestras manos, como ciudadanos, gentes, humanos, con valores y principios sociales humanísticos. Millones de personas, todos y todas, son las que han entregado la representación en la administración de nuestras naciones a esos los servidores públicos. O mejor, quienes se han adueñado de los países, nuestras democracias, tomando decisiones, quienes legislan sin nuestro consentimiento y contra los seres humanos.
Ira y fuego, el discurso de los viajeros de las estrellas, de la guerra de las galaxias, antes la primera y segunda guerra mundial, las invasiones a países con estrategias y mentiras a fin de apoderarse de las riquezas naturales del subsuelo, petróleo, gas, agua, especies, apoyo a modelos democráticos, insolventes, no calificados, ignorantes en la planeación del estado, e incapaces a la hora de evaluar hacia donde debe ir una nación democrática, una estrategia de manipulación y administración.
Las democracias latinoamericanas en especial, responden a estas realidades, en ello, educación paupérrima, salud, trabajo, bienestar inexistente, mediocremente calculado para su inoperatividad y hacer inviable, el crecimiento económico de estas naciones. Sumergidas en deudas con los modelos financieros del exterior, terratenientes del poder, modelos de concentración que empujan a la pobreza, la miseria.
Este modelo global de los ricos y los pobres, se cobija sobre otra estrategia, países sub desarrollados, administraciones corruptas y sociedades sin educación democrática. Tal síntesis deja a las sociedades éticamente responsables con el estado democrático, huérfanos de posibilidades y ausentes de propensión al mejoramiento con planeación a corto, mediano o largo plazo. La posibilidad de cambiar este modelo camaleónico de los partidos políticos de estas naciones, que por siempre han concentrado la manipulación a partir de la corrupción soportados en la pobreza, que alimenta la concentración de la riqueza de los terratenientes del poder.
Fernando Ballesteros Valencia
Periodista Comunicador Social.