CAMBIO DE RUMBO. Así, se lee el proceso de paz en Colombia.

La ética de vida, es necesaria, si queremos seguir viviendo.

Desaprender la guerra Colombia

Por: Fernando Ballesteros Valencia

Así lee el mundo, el proceso de paz. Cinco años, medio siglo de guerra.

Colombia: Vivir culturalmente la paz. La modernidad, no da credibilidad a las éticas de los valores humanos.

Crónica de la posguerra.

Herramientas de comunicación social en el periodismo, pedagogía de paz. El ser humano no puede vivir sin éticas, como tan poco puede vivir sin instituciones.

Notas, escritos, lecturas, análisis desde la Agenda Pública A.P. recogidas subrayadas del seminario internacional Paz ¿Cual paz? En el marco de los cinco años de la firma del acuerdo de paz de Colombia, impulsado por el ex presidente Juan Manuel Santos y el hoy partido de los comunes antes Fuerzas Armadas de Colombia FARC; luego de ser la guerrilla más antigua de las Américas, quienes lucharon desde una doctrina Marxista – Leninista, lo que fuera parte de la doctrina de estado de la ex Unión Soviética – URRS, previo a la caída del muro de Berlín, la introducción de la Perestroika, lo que se traduciría en abrir a la Unión Soviética a la carrera, dentro del modelo del comercio mundial; pasos a  la social democracia de occidente, o la apertura de Rusia al mundo desde la lectura de Mijaíl Sergueievich Gorbachov, jefe de Estado de la Uniòn Sovietica  de 1988 a 1991. Recibió el Premio Novel de la paz  en 1990 y actualmente es líder de la  Uniòn Social democratas , un partido formado después de la disolución oficial del Partido Socialdemócrata de Rusia en 2007, su tesis enuncia que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria. Inicialmente, sus reformas fueron llamadas uskorèniye  (aceleración),perodespuéslostérminos  glàsnost  (liberalización, apertura, transparencia) y  perestroika (reconstrucción) se hicieron mucho más populares.

Luego de la renombrada guerra fría entre las dos potencias, Rusia – Estados – Unidos – Europa, es lo que vendría a ser denominado como acercamientos para un mundo unificado, la globalización a pasos agigantados, el nuevo orden,  la otra puerta abierta, es la de un planeta multipolar; lo que acontece, en términos de la carrera económica entre China y Estados Unidos, una batalla no de guerras mundiales, de guerra de las galaxias desde el espacio exterior,  ya no a todo vapor, o de  locomotoras extractivitas –  tecnológicas; que hoy es referente en la apuesta por la telecomunicaciones las 5G,  la lucha por la conquista de mercados de consumo globales, que escalona mercados en bloque, con los giros de la política mundial, las cartas sobre la mesa, muestran a un Estados Unidos reacomodándose desde las lógicas del mercado de consumo, de la geopolítica, de los cambio como las crisis económica de Europea, España, Italia, Grecia, la llamada primavera Arabe que se correspondieron a una serie de manifestaciones populares en clamor, según los manifestantes, la democracia y los derechos sociales organizada por la población árabe, que condujeron a la caída de las dictaduras de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egiptola,  así, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, también conocida comúnmente como brexit​.

La represa social, en todo el mundo, Europa, Oriente Medio, Estados Unidos, Las Américas, desencadenaron en protestas, manifestaciones, confrontaciones, la guerra en Oriente medio, el golpe de estado del presidente Donald John Trump al capitolio Nacional, en Washington,  su alto parlante de unas elecciones corruptas, encontraron el gran muro de la represa con la cadena de SARS Coronavirus, por su lado una Rusia más pausada pero sólida en su pasos, se consolida en Europa, China por su lado, levanta sus murallas como grandes desarrolladores tecnológicos, afronta los señalamiento de los hechos de Wuhan, así es imparable como gigante en las telecomunicaciones el 5G la gran carta que se juegan con su mayor postor  Huawei. Europa como bloque, ahora sin Inglaterra del brexit, consolida su sólida economía, el bienestar social, desde España, a Asia, en una combinación estratégica en oriente medio, por donde pasa la Ruta de La Seda, se levanta un imperio términos de guerra; para occidente Estados Unidos es el mayor actor, su constate intervención en Oriente Medio, cuando el presidente Barack Obama asumió el poder, prometió poner fin a las guerras que heredó de su antecesor, George W. Bush. El 6 de mayo, a solo ocho meses de salir de la Casa Blanca, Obama alcanzó un triste hito que casi ha pasado desapercibido: lleva en guerra más tiempo que Bush o que cualquier otro presidente estadounidense, Estados Unidos siguió en combate en Afganistán, Irak, Siria hasta el final del mandato de Obama en Siria aseguro 250 fuerzas de Operaciones Especiales un legado inesperado, será el único presidente en la historia de Estados Unidos en ejercer su mandato de ocho años con el país en guerra, Obama ganó el Premio Nobel de la Paz en 2009; por su parte el maltrecho Donald Trump, fortaleció la hegemonía norte Americana a partir de un discurso de confrontación, rompimiento total de los protocolos, se dispararon los casos de asesinatos de Afroamericanos y cerro con la toma de Washintong D.C. al animar a sus electores a tomárselo. Hoy le persigue un juicio; seis conflictos internacionales en los que Donald Trump dejó huella, al igual que sus predecesores, dio forma a la política mundial, Afganistán, Siria, Corea del Norte, China, Afganistan, Iràn, Oriente Medio, con Venezuela la tensión, desbordo las posiciones de Rusia, China, como aliados estratégicos de la República Bolivariana.

Colombia luego de la firma del acuerdo de paz, el más famoso de los últimos tiempos, firmados; conto con el respaldo del mundo entero, millonarios giros económicos, simbólicos acompañamientos, visitas al país por grandes figuras del mundo, el vaticano con el Papa, Tony Bleir, el presidente Michael Daniel Higgins de Irlanda, así,   el sub secretario de estado de Estados Unidos, respaldos globales, elogiosos saludos, y extraordinarios análisis por el documento marco de paz para el mundo; una inversión, sin límites, la  apuesta del mundo al proceso de paz  de Colombia, al  2.020 se registró,  un billón de pesos, otras cifras registran, dos billones cuatrocientos setenta y cuatro millones trecientos cuarenta dos mil doscientos setenta y seis pesos. El análisis al acuerdo de paz, apunta a calificarlo como el más completo en la historia de la humanidad. Terminado el periodo de la administración por el Novel; Colombia se polarizo, con un referendo, por el Sí – el No, cuestionado; se precipito con la elección del partido de oposición a Juan Manuel Santos, el partido de la U. El presidente actual de Ivan Duque, no se desligo del discurso en contra del acuerdo, como partido opositor, al acuerdo de paz,  la guerra en Colombia después de un cese de muertes durante la firma del mismo, se exacerbo; la niñez, los jóvenes, mujeres, familias; producto de la guerra interna de más de medio siglo, vio una luz al fin del camino, al final todo siguió igual, y en la atmosfera de lo público quedo,  un tufo de engaño, la inexistente cultura política de la ética moral, frente a los diez acuerdos de paz firmados en la historia,  desenmascaro la profundidad de la corrupción política, los nexos con el para-militarismo, el narcotráfico, las guerrillas arremeten, los colombianos  siguen en el poso de la desgracia de la pobreza, la inequidad, la ausencia de educación de calidad, un defectuoso modelo de salud privatizada, afectada por la corrupción, los estándares laborales de la Organización mundial del Trabajo OIT, está muy mal calificada, y de fondo la inequidad de calidad de vida de los colombianos, se refleja en las calles en el centro del país la capital, miles de ciudadanos venden objetos inservibles, mendigan en las calles, un verdadero cultivo de la frustración, de impotencia; los análisis más juicios apuntan a un cultivo ideal, que expone a todos, los jóvenes, como presa fácil del para-militarismo, la corrupción, el micro tráfico – al tráfico y el desarrollo de todos los fenómenos del mundo de la oferta y la demanda, manipulada en manos de la corrupción.

Se baña en sangre, la tierra de héroes

La guerra en Colombia


La paz, se lee, por los ciudadanos, empañada por el llamado entrampamiento al cambio de gobierno, de una confrontación interna entre partidos y líderes, por un lado Juan Manuel Santos denominado en Colombia como un burgués de cuna, un heredable del poder, otro delfín descendiente  de las castas tradicionales políticas del país tropical,  ex ministro de defensa en el gobierno de Uribe Vélez, afectado en su imagen por la puesta en lo público de los falsos positivos, otro de las  monstruosidades de la guerra, que consiste en secuestrar, asesinar desaparecer y disfrazar de enemigos del estado, de los militares, a los jóvenes, que haciéndolos pasar por guerrilleros; jóvenes, niños, algunos de ellos con enfermedades mentales, limitaciones físicas, fueron contados, como bajas en enfrentamientos militares; una estrategia militar que se clarifica cada vez más a través de las figuras de la paz, como  la Comisión de Verdad, el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, desde el parlamento de Colombia, Comité Nacional del Consejo de Paz, Reconciliación y Convivencia  desde las organizaciones civiles y víctimas, Alto Comisionado de Paz, Alta Consejería para el posconflicto, Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas del conflicto, la Agencia Colombiana para la Reintegración, el Centro Nacional de Memoria Histórica, el Departamento para la Prosperidad Social, el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas,

Los falso positivos, la profundización de la corrupción, el entrampamiento,   son expresiones que se acuñaron como reflejo de la corrupción, fueron posicionando como parte de los vocablos en la sociedad, a relucir en la opinión pública, y cada vez más en los medios de comunicación; los escándalos que envuelven jurídica mente al ex presidente Uribe,  hoy en el ojo del huracán por la conformación de grupos para-militares, en lo que se investiga en un proceso colateral con el senador Iván Cepeda; una disputa que lo sumerge en una tormenta de señalamientos uno tras otro, la catástrofe de la guerra sucia, antes de su gobierno, durante y en el actual periodo.  

Colombia toca fondo, durante esta década, un discurso de corrupción se enquista en la sociedad, desde el llamado proceso ocho mil, la penetración del narcotráfico en la política, el asesinato de figuras políticas diferentes al modelo de la alternancia, liberales, conservadores, el extermino de partidos políticos como el Gaitanismo, la Unión Patriótica, el despojo de tierras, la estrategia para militar y del narcotráfico, asesinando a jóvenes, mujeres, líderes sociales, a bebes de brazos, saca a luz pública la ausencia una vez más del estado; sin infra estructura de carreteras, vías para el normal desarrollo del campo, cada día se da a conocer por el periodismo colombiano, los denominados elefantes blancos, casos de corrupción donde se malversa los recursos públicos, a través de sobre costos, obras inconclusas, infraestructura que se derrumba a un sin inaugurar, entre otros caso más.    

Esta alternancia política, entre liberales, y conservadores, entre las denominadas castas políticas, desde el Frente Nacional fue un pacto o acuerdo político entre liberales y conservadores para acabar con el partido político del general Rojas Pinilla; la llamada violencia, que dominó la historia de Colombia entre el año 46 y el 58, se prolongó luego hasta hoy en sucesivos golpes de sangre, fue en realidad una suma de muchas y variadas violencias políticas, sociales, económicas y religiosas. La literatura, en el realismo mágico, la consigno como Cien años de soledad.

Tales desajustes, políticos, al parecer se mantienen históricamente con la descripción en el gobierno del llamado, “designado”, como igual mente, fue en su momento Juan Manuel Santos, quien se desmarco y planteo un modelo de paz que le otorgó el Premio Novel de paz. A un así “Colombia, se baña en sangre de héroes”, fraseando apartes del himno nacional de este país; los Falsos Positivos, arrojan cifras escalofriantes 6 mil 402 víctimas civiles en ejecuciones extrajudiciales por parte de la Fuerza Pública, para presentarlos, como bajas en combate, ello entre el 2.002 y el 2.008; estas cifras corresponden solo a los años más intensos de la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe, con lo cual su legado termina siendo cuestionado.

Los medios de comunicación, los noticieros a diario registran la lista de asesinatos, no hay un solo medio de comunicación masiva empresarial que no cuente a diario el asesinato de líderes en el país del “Sagrado Corazón”, lideres veredales, municipales, que luchan en los territorios por fortalecer los procesos agrarios, la supervivencia de la pobreza en el campo, esos campesinos son asesinados, desplazados; Colombia es el país del mundo con mayor desplazamiento interno del planeta.  Los hechos más recientes, el bombardeo del ejército que termino con la vida de doce niños. “Expresa a los medios de comunicación el ministro entrante de defensa nacional, sus palabras, esos niños son utilizados como “máquinas de guerra”. Lo que justifica las acciones militares.

Pasar la página no es el designio de Colombia, análisis a las lectura del logro del acuerdo de paz de Colombia, académicos, intelectuales, docentes, periodistas comunicadores sociales, sociólogos, filósofos, una mesa mundial interdisciplinar de invitados nacionales, e internacionales, una revisión a fondo de los medios de comunicación empresariales, la revisión a las posturas políticas desde todas las orillas, muestran un verdadero torbellino de intereses; miradas conservadoras, progresistas, liberales, polarizadoras, en caso extremas, toxicas, que un ciudadano de mente sana, real mente saldría maltrecho. El horizonte no es claro, la pobreza y la desigualdad en Colombia se profundiza, la brecha entre los más ricos, poderosos; frente a la pobreza extrema, que se contrapone a un país ilimitado en riquezas de la tierra, el agua, el aire en términos de Bio-diversidad. La puerta de salida a todos los problemas sociales, culturales, económicos y políticos de Colombia están ahí en la Bio diversidad como potencia mundial, en lo farmacéutico, medicinal, alimentario e ilimitado, el mundo científico, las comisiones de sabios, así recomiendan, a esta nación la de la entrada al cono sur, luego de cumplir doscientos años de vida Republicana. Invitados de Alemania, Inglaterra, España, Portugal, Oriente Medio, Israel. Palestina, Estados Unidos, Salvador, Ecuador Argentina, Colombia. Mas cuarenta académicos, docentes, investigadores científicos, filosos, teólogos, periodistas, comunicadores sociales, lideres mujeres, hombres, jóvenes, afros colombianos, nativos; una lectura mundial a la guerra en Colombia.

La firma del acuerdo de paz, el ultimo de diez acuerdos que le precedieron desde la colonia, al firmado hace cinco años, en la lectura humanística a una realidad exponencial, se mantiene con el asesinato de niños, jóvenes, mujeres, hombres líderes sociales en el territorio nacional de Colombia.

El Centro de Investigaciones en Comunicaciones para Iberoamérica, la plataforma Clúster Media Comunicaciones Clustertv.net prensa, radio, televisión, medios digitales, en un cubrimiento total, produce un documento audio, televisión en prensa, fotografía, como herramienta pedagógica a fin de acercar las miradas de los colombianos, en el territorio nacional, en el exterior, al mundo, la interdisciplinaridad de los científicos sociales,  “Desaprender la Guerra” una herramienta de comunicación social en el periodismo de investigación.

“Desaprender la Guerra Colombia, el mundo”

La ética de vida, es necesaria, si queremos seguir viviendo.

Seguir con el curso de la irracionalidad, exacerbada por la modernidad, es seguir por el camino del suicidio colectivo.

…Definitivamente, no somos seres omniscientes.

“Las éticas funcionales como la del mercado, implican valores como derechos a la propiedad privada, valores como el cumplimiento de los contratos, mercantiles, son valores funcionales; la ética del mercado, se funda en lo racional instrumental, que se instituye en los medios, deja a fuera los fines, cayendo en los espacios de los juicios de valor; ello está comprometiendo el futuro de la humanidad”.

La ausencia de la paz es la inexistente civilidad

Legitimar la paz es dar sentido a la vida. El ser humano no puede vivir sin éticas, como tan poco puede vivir sin instituciones.

LLENAR DE CONTENIDO LA PAZ.

Planes de vida por planes de desarrollo.

Hablar de las éticas de la vida, como las que tienen que ver con la cultura de paz, es generar una rotura con la modernidad, por eso cuesta tanto.

Los hechos y consecuencias, más que el desarrollo.

“Es la escalada más terrorífica del rompimiento social perpetuo que el pueblo colombiano ha vivido desde siempre”.

Germinar el estado de la vida, superar el estado de las violencias, desde una interpretación a las lecturas desde el análisis crítico del discurso; los ascendientes de la narrativa,  ancestral, indígena, negra, campesinos, afros, comunidades veredales, municipales, regionales, distritales, locales; nacionales e internacionales; mujeres líderes, victimas, voceros; orientaron la línea, reflexiva, analítica, desde las cifras, la documentación, los fallos legales, las investigaciones, en secuestros, desaparición forzada,  desplazamientos, muertes, asesinatos, bombardeo, masacres. No cabe menos que la crítica; antagónica, no sería pensar lo opuesto, la realidad es contundente. La objetividad  pensante en un concierto mundial de voces, cantos, propuestas públicas, relatos, textos, documentos; cientos de personas en el mundo; desde la sociología, la politología, psicología, el derecho, las normativas, leyes, las ciencias de la comunicación social – el periodismo, las humanidades, las finanzas, la economía, las matemáticas, el cálculo estadístico, la espiritualidad, la ética, la moral pública, las profesiones, los campos del conocimiento, la cultura, la ciencia, la política, la investigación científica; acciones sociales que miran el futuro presente de Colombia, desde quinientos años y antes, en el legado de un país, su historia, su presente,  su futuro, en perspectiva de la paz; en una renovación del legado social, a las generaciones presentes y venideras; un verdadero legado del ahora, desde el ayer, del futuro, desde siempre. “Los hechos, más que las cifras, es la vida, más que el desarrollo”. Colombia el país que somos, la potencia mundial Bio diversa que poseemos.

La realidad es objetiva e irrefutable

Un libro de la experiencia de vidas, de hechos objetivos, reales; que, sumadas en años, décadas, medio siglo, es el acervo en la formación de vida, académica, científica, practica, vestida de contenido, en el marco de la tercera década del siglo XX; “el sentido de la paz” llenar de contenido la paz. Es Colombia, punto central del análisis – mayor, después de cinco años de firmado el último acuerdo de paz; entre el gobierno – el estado colombiano los conciudadanos, constituyentes primarios, según la carta Magna de 1991 Constitución política de Colombia: los colombianos alzados en armas; luego de precederle, diez acuerdos, más, con grupos sociales, estudiantes universitarios, curas, – alzados en armas, que sumados, son la guerra civil más extensa del mundo. El país con más desplazados internos del mundo, con más víctimas, cuyas cifras, están por encima de los golpes militares de las Américas juntas. Es la escalada más terrorífica del rompimiento social perpetuo que el pueblo colombiano ha vivido desde siempre. Es unir la tragedia y la malversación de la vida, como suma de todos los defectos del mundo, la corrupción.

Lo que divide a una sociedad en guerra, es por un lado lo incivilidad, el descenso a su más mínima expresión, la crueldad, la demagogia, la manipulación política, la politiquería, el miedo como estrategia que veja al ser humano,  asesina, minimiza las acciones genocidas, la corrupción como definición de todas las anteriores en la mentira profesional,  estratégica mente sabe acomodar la mentira ante el mundo, la verdad revestida de trampas, camuflada, entrampar, que asciende a comportamientos terroristas a escala; terrorista que hace uso de todas las bajezas de la llamada guerra, lo contrario al ejercicio ético de la  política, el ejercicio de las entidades, órganos al servicio de los ciudadanos, como policía, ejercito, paramilitares, “las fuerzas públicas”, para entrampar la verdad, que como arma de despojo, robo, hurto, significa; la degradación de la política, en contra del ejercicio legítimo del gobierno del pueblo, en su representación  la usurpación de su responsabilidad, ilegitimidad de un estado,  dictadura, o el gobierno de un dictador, manipular resultados electorales, en contra  del constituyente primario, en el proceso electoral, coptar  el  instrumento por definición democrático. La corrupción a partir del miedo, del dolor; del asesinato de la niñez, de la juventud, del bombardeo de pueblos, de la desaparición forzada, del secuestro y hasta el auto secuestro, por conveniencia, es   la suplantación de seres probos, la escalada delincuencial empresarial, otra figura que hace su aparición frente a un estado corrupto,  delincuentes formados en las mejores universidades, miembros de juntas directivas, gerencias por delegados corporativos, en los estados corruptos,  suplantan el estado social de derechos, con intereses mezquinos de apropiarse la riqueza de un país, de un estado, de una nación,  de los recursos económicos, financieros de los ciudadanos, casos puntuales, Grupo Gran Colombiano el 7 de marzo de 1980, María Mayorga, empleada doméstica, vendió 7.525 acciones de Nacional de Chocolates. La operación despertó sospechas y la Comisión Nacional de Valores la calificó de ficticia, ese día comenzó el proceso que desembocaría en la quiebra del poderoso Grupo Gran colombiano, liderado por el banquero Jaime Michelsen Uribe, Michelsen, un reputado abogado bogotano, tenía vínculos con la clase política y la élite empresarial del momento. Ejerció la presidencia del Banco de Colombia entre 1969 y 1983 y, para muchos, era símbolo de la concentración de la riqueza, A través de la Sociedad Gran Inversión S.A. Michelsen manejaba los fondos El Gran colombiano y el Bolivariano, cuyos dineros habían sido depositados por unos 40.000 ahorradores. Los recursos del público se invertían en acciones de compañías industriales como Nacional de Chocolates y Coltabaco, el propio Banco de Colombia, Colseguros, Cine Colombia, e incluso fundaciones como el Museo de Arte Moderno de Bogotá o el Politécnico Gran colombiano, entre muchas otras. La carrera de Michelsen terminó a sus 59 años, cuando fue denunciado por manipulación de acciones en la bolsa a través de operaciones ficticias, maniobras financieras y préstamos entre empresas de su mismo conglomerado. Michelsen salió del país en 1983, se exilió en Panamá, regresó por recomendación de su esposa y su hijo Pablo Michelsen Niño, y fue condenado a 36 meses de cárcel.  Estuvo siete meses en La Modelo y después de recibir libertad condicional, vivió casi clandestino en un apartamento en el barrio Quinta Camacho hasta su muerte en 1994, Reficar, se cree que el robo a la Refinería de Cartagena rondaría los 5 billones de pesos. Empezó en 2007 y 11 años después, el caso apenas está en imputación de cargos en la Contraloría General, organismo que encontró 35 hallazgos fiscales, el cartel de la hemofilia, en este caso, que afectó a los departamentos de Bolívar, Caquetá y Córdoba, se esfumaron $ 86.000 millones en pagos de tratamientos no POS a falsos pacientes. Están involucrados 10 exgobernadores y sus tentáculos llegan hasta el Congreso de la República en donde salió salpicado el exsenador del Centro Democrático Daniel Cabrales, Alimentos escolares otros $ 85.000 millones se perdieron en los famosos PAE. se recuerda que los sobrecostos de los alimentos que se vendía en los Programas de Alimentación Escolar sirvieron para dar apertura a 154 procesos de responsabilidad fiscal, Interbolsa, las autoridades aseguran que 300 mil millones, que pertenecía a inversionistas de Interbolsa y el Fondo Premium, se perdieron tras el entramado que montaron los empresarios Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz par desfalcar a socios en Colombia. Fueron condenados a 5 años de cárcel y purgan sus penas en la casa, Saludcoop, se trata de unos de los mayores descalabros a la salud en Colombia. Cerca de 1,4 billones de pesos desparecieron en bonificaciones exageradas, compras de finca raíz, viajes e inversiones en el extranjero. Carlos Palacio expresidente de Saludcoop, podría pagar una condena de 17 años de prisión, Fidupetrol, Es el mayor escándalo de corrupción que ha golpeado directamente a magistrados de la Corte Constitucional. Por 500 millones de pesos, que habrían sido pagados a los exmagistrados Rodrigo Escobar y Pretelt para favorecer una acción tutela que beneficiaba a Fidupetrol,  Odebrecht,  al igual que el caso de Reficar, empezó en el gobierno de Álvaro Uribe y tuvo continuidad en el gobierno de Juan Manuel Santos, se sabe que unos US 32 millones habrían sido destinados para el pago de sobornos a funcionarios para favorecer a la constructora brasilera en Colombia, Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE): Se trata de uno de los casos en donde la justicia absolvió a 3 de los sospechosos, entre ellos al exdirector de la DNE Carlos Albornoz Guerrero. Unos 30 mil millones se perdieron en entregas irregulares de bies de la mafia a compradores. Congresistas y abogados fueron salpicados por el escándalo, Carrusel de los contratospor2,2 billones de pesos, plata de los bogotanos resultaron comprometidos en el amaño de millonarios contratos de obras públicas en Bogotá.  Los hermanos Samuel e Iván Moreno Rojas, así como el empresario Emilio Tapia y otras 110 personas resultaron involucradas en el mayor escándalo de corrupción que ha golpeado a la capital de los colombianos.

Corrupción & Guerra, el genocidio social del dinero

El gasto publico sirve para garantizar los derechos y bienestar público de todos los colombianos.  70 billones de pesos evaden los grandes capitales al año en Colombia.

El bolsillo roto de la corrupción 313.9 billones de pesos para el 2.021

El Presupuesto General de la Nación establece la forma en la que el Gobierno Nacional emplea los recursos públicos, fuentes de financiación de la nación, asignando su destino específico, define la senda de crecimiento económico y el desarrollo del país, impactando el bienestar y la calidad de vida de toda la ciudadanía. El Presupuesto General de la Nación durante el 2021 es de 314 billones de pesos y recientemente su magnitud ha oscilado alrededor del 27% del PIB nacional. En un año se evaden70 billones de pesos, plata que no llega a la sociedad, los grandes capitales; los más ricos del país; Colombia, el país más inequitativo del mundo. Impuestos a los estratos sociales tres, cuatro, el resto de los estratos son beneficiados, con impuestos limitados, y regulados para los más ricos donde se limita el pago de impuestos, más impuestos para los pensionados, quienes han dado su vida para crear el colchón económico para las próximas generaciones se puedan pensionar.

Cada año la corrupción le  cuesta a los colombianos  50 billones de pesos, unos 18.400 millones de dólares,  en Colombia  la corrupción; los funcionarios públicos que administran las entidades que  ejecutan los presupuestos, los recursos de los colombianos se  roban el 5% del Producto Interno Bruto del país, lo que equivale al 15% del presupuesto nacional, a ello se suma el 18% por sobornos, coimas de la contratación pública en las  regiones. Recordemos que el presupuesto nacional, los recursos, la plata, el presupuesto, se ha difundido en los medios empresariales de difusión, denominado financieramente, como la mermelada, lo que se traduce, de qué manera  se distribuye el presupuesto de forma corrupta, a toda la nación, a cada región, a cada departamento, a cada municipio, a que funcionario público a cada localidad en Bogotá D.C. el presupuesto de la nación, la riqueza que se deposita en oro, en dinero en el Banco de la Republica,  en inversiones financieras en el país y en el exterior,  en empresas de los colombianos del estado, en figuras financieras en el exterior; en Bogotá,  en la capital se decide como y a quienes  y en qué proporción se entregan; la formulación del presupuesto la realiza el poder ejecutivo, representado por el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación (DNP). El Ministerio hace una propuesta de presupuesto donde se asignan los recursos para cada uno de los sectores de gasto público, como; salud, educación, defensa, el presupuesto público se aprueba por el Congreso de la República mediante una Ley que contiene el límite máximo de gasto a ejecutarse en el año fiscal, Enfoque, el Presupuesto General de la Nación (PGN) es el instrumento mediante el cual el Gobierno Nacional asigna los recursos públicos con el fin de alcanzar diferentes objetivos de política fiscal, dentro de los cuales se destacan el crecimiento económico de largo plazo, la estabilización económica y la distribución, el presupuesto General de la Nación 2021 aumenta más la inequidad y la injusticia social,  el presupuesto está distribuido así: el 63,3 % a gastos de funcionamiento, servidores – empleados públicos, al servicio de los colombianos, infraestructura, bienes y servicios del aparato estatal nacional, a fin que la administración por parte de los servidores públicos desde el Presidente, Senado, Cámara de Representantes, Ministros, Gobernadores, Alcaldes, funcionarios públicos todos, el 21,8 % al servicio de la deuda (amortizaciones más intereses), y el restante 14,9 % a inversión.

El Banco de la República informó que, con corte a octubre de 2020, la deuda externa de Colombia ascendió a US147.285 millones, lo que significó un incremento de 6,75% frente a octubre de 2019, cuando la cifra fue de US 137.972 millones.

La riqueza de los océanos, la prosperidad del subsuelo, la ilimitada riqueza de la naturaleza, las fuentes hídricas, la tierra fértil, la creación intelectual de los colombianos, lo humano, fecundo de un pueblo glorioso que ha batallado todas las guerras de la segregación étnica, durante un siglo de  soledad perpetua, llevado a la miseria, la pobreza rampante en la capital de Colombia, calles atestadas de vendedores en el espacio público, rebajados a ventas de pordioseros; los herederos de Simón Bolívar, de la Manuelita Sáenz los padres fundadores, miran su pueblo humillado, lanzado a las garras del micro-tráfico, carnes de cañón de las guerras del despojo, vendedores informales, emprendimientos del hambre,  mini pymes de la basura,  desechos arrojados a la basura; a estos seres humanos los denomina la sociedad del odio, seres humanos “desechables”, su única y miserable realidad el rebusque, como folclórica mente se le denomina a esta instancia mínima de subsistencia,  la sociedad del  descarte, reutilizar, reciclar la supervivencia por una papeleta de droga,  unos tragos de alcohol o pegante, así pasan las heladas noches sabaneras, por cual quiere moneda; es el pago por el despojo del cultivo de la tierra, a cambio el sueño de la gran ciudad, de la capital, por el pescar el asar de la desgracia de la corrupción política que despoja la tierra, engaña, usurpa y trafica el voto por el robo del estado, casa, carro, beca  y nacionalidad extranjera para no ser procesados, por si acaso, somos de otra nacionalidad, Miami para todos los de la familia, universidad extranjera, especializaciones y doctorados en el extranjero, para venir a seguir la ronda de los delfines; este pueblo que como mierda,  como García Márquez, llamara a su gran obra “Cien de soledad” cambiado el original “Este país de mierda”, realismo mágico, verdad literaria.

Donde hay abundancia de la riqueza del petróleo, alrededor hay miseria; donde prospera la millonaria explotación de minerales, oro, esmeraldas, coltàn, carbón, hay miseria; frente a los infinitos mares de dos océanos pobreza rampante; alrededor de las murallas de Cartagena y de los barrios ricos, cinturones de miseria, alrededor de las ciudades pobreza, gentes de estrato cero, sin siquiera  el mínimo vital, sueldo mínimo y con lo mínimo de vida digna, en las calles, frente de los grandes almacenes, o grandes superficies; frente a los centros comerciales, puestos, covachas, corros de esferas o ruedas d carro sobre madera o en el piso, ropas, objetos inservibles; ahí en piso, a lado y lado, la niñez oculta en rostros de dolor, juventudes en éxtasis del desprecio, familias todas, ni presente, ni futuro, menos pasado, de la historia ni contarla. Colombia es el país del mundo con el mayor número de personas desplazas en el mundo a nivel interno.

La verdad sobre la mentira

Una de los miles de miradas sobre la realidad de Colombia en perspectiva de la realidad del país, es el reflejo de esta guerra indefinida, todos sus matices, son espejo de lo que pasa y ha pasado en el mundo de la crueldad de las guerras que ocultan la corrupción.

El rompimiento de los procesos sociales del mundo, se ha instaurado a partir de la instrumentación de la guerra, la respuesta, de esta industria,  ante más pobreza, ausencia de educación, de salud, de ausencia de estado de bienestar;  esta realidad, esta oculta detrás de multimillonarios de la guerra, camuflada la verdad de la miseria de los pueblos; ese inmenso ruido de la muerte y el miedo, tiene la tras escena de la miseria de las víctimas;  el presupuesto primero para la guerra, aviones, tanques, armas, policía, ejercito, para la educación lo mínimo, para la salud, lo mínimo; para concentrar poder, someter desde el  miedo a las sociedades, más ausencia de inteligencia, más ignorancia. Ello, se explica solo, en los cientos de modos y formas de la guerra; hoy son la clara evidencia del modelo acumulativo de los países ricos; definieron un modelo de favorecimiento para unos pocos; la esclavitud de la mayoría.  Naciones que hoy se abanderan como potencias mundiales, a partir de la fuerza, del sometimiento, el exterminio de la razón y la inteligencia; llevan al destierro a culturas milenarias, al exterminio étnico de las razas nativas, de los hacedores de la comida, los campesinos. Invasiones, creación de falsas democracias, falsas banderas; el invento de libertar democracias; sofismas de dominación. Asistimos a develar tales mentiras, orientadas estratégicamente en los medios de comunicación como verdades. Noticias falsas.

Mirar la viga en el ojo propio y no la mugre el ojo ajeno

Ciudades del apartheid, la segregación racial, económica, cultural, la usencia de cultura civilizatoria.

La suma de pobrezas, de miserias, de hambres, de ausencias de centros de educación de calidad, de salud pública, del inexistente bienestar social en prosperidad, de estándares de calidad laboral; es la ausencia de un estado, que exitosamente maneje y administre la riqueza de un país; sin un estado administrativo eficaz, honesto, transparente en la conducción de una nación, lo remplaza la corrupción, el caos, la desidia, una dictadura de pobreza, la usurpación de ese estado, la captación de los estamentos el ejecutivo, legislativo, judicial, constitucionales; su fin, la captación del estado,  el hurto al erario público, el robo del modelo democrático por una minoría; una manera de tapar esta usurpación es crear miedo en la sociedad, factores destructivos, guerras, desplazamiento, asesinatos, desapariciones forzadas, hurto de las tierras de campesinos, ausencia de reglas de equidad social, laboral, económicas.

La guerra oculta, lleva a una sociedad a la inanición paulatina, dosificada; estos fenómenos de pobreza desnudan la incapacidad del estado;  el usurpador,  la corrupción se constituye en un delincuente, un asesino, un ladrón, necesita esconder la verdad de su incapacidad, cual es usar el aparato democrático para delinquir, tapar sus fechorías, vender a través de los medios de comunicación comercial a través de la pauta, del publirreportaje una mentira; el caos social se esconde, se tapa la realidad de un país, el caos social, proviene de la ausencia de administradores públicos probos, honestos que se han apoderado de la democracia. El ladrón se escuda en que la sociedad este distraído en el dolor que causa la guerra, en el miedo. Así, nadie, le vigila sus fechorías.

Históricamente, ha sido lo mismo, las guerras mundiales. El Nacismo con el modelo de Hitler de la raza superior, la supremacía racial, el apartehi ha sido el modelo ilustrativo; manipulación, captación del estado para la concentración del poder absoluto; poder para manipular, anonadar a toda una nación, un país es llevarlo a la muerte de la guerra, el caos contra el mundo. Los campos de concentración como modelo de ciudades de la muerte, la miseria, pobreza, el apartheid, la ausencia de libertades, la censura a medios de comunicación, al periodismo de investigación, deja sin recurso la financiación del periodismo la comunicación social; ausencia de soberanía, la ocupación y robo de pueblos y poblaciones; hambre, ausencia de garantías, ausencia de derechos humanos, asesinatos colectivos, bombardeo de poblaciones, asesinatos, desaparición de seres humanos, hornos crematorios para desaparecer, al mejor estilo de los campos de concentración nazi; borran identidades, destruir culturas, ausencia de equilibrio social,  ausencia de prosperidad económica, ejercicio de la política de forma corrupta; los seres humanos utilizados como materia prima para pegamento del asfaltos. Las ciudades de la luz como campos de concentración de niños, familias, poblaciones completas, habitantes de calle, llevados a la pobreza. Este es el nuevo holocausto urbano.

La profundidad de la sociedad humanizaste

Las éticas, implican un distanciamiento con la modernidad en sentido instrumental.

La paz es el factor ético fundamental que le da sentido humano a la sociedad en su individualidad cono sujeto social, colectivo en convivencia del sentido de país, por lo tanto, la razón del estado nación – identidad humana. Lo contrario al estado de derecho, es la ausencia de nación de país, sin derechos y libertades, la muerte, el asesinato, la desaparición forzada, las masacres, la ausencia de educación, de salud, de vida digna; es todo lo opuesto, lo prohibido en una democracia. Lo contrario, es un estado distante, un régimen, una dictadura disfrazada de democracia, donde se deja morir, lentamente, sin medicamentos, sin atención, sin alimentos, sin fuentes de trabajo; se adquieren enfermedades evitables, virus, epidemias evítales o controlables, daños evítales, asesinatos evitables, caos evitable, guerras evítales. El orden, es el estadio de derechos, democracia, paz, bienestar, calidad de vida; la muerte de la civilización humana es la guerra.

La paz en los valores humanos de la ética social

El ser humano no puede vivir sin éticas, como tan poco puede vivir sin instituciones. “Tres tipos de éticas, tres tipos de racionalidad, están vinculados a un tipo de racionalidad”.

El acuerdo de paz de Colombia; el ultimo, hace cinco años, clarifico en la opinión pública, la guerra existente, guerra que se profundiza en el campo, despojo y desplazamiento, en las ciudades pobreza y miseria. La barbarie de la guerra de Colombia, de más de medio siglo, desnudada, materializa la ausencia de valores éticos sociales de los servidores públicos que se han revestido de corrupción. La guerra ha ocultado por décadas la ausencia del estado social de derechos; sobre la balanza, la objetividad de la realidad social; no se puede engañar el grado de la inteligencia humana de la sociedad, por lo tanto, clarifica que los valores de responsabilidad y ética moral de los funcionarios públicos han sido socavados; todo lo contario a lo que exige la ética y la razón.

Así, el ser humano no puede vivir sin éticas, como tan poco puede vivir sin instituciones; las existentes éticas funcionales y éticas de la responsabilidad diferencial; entre ellas las éticas de nuestras acciones o inacciones, las calculables; “las éticas la responsabilidad presumible mente calculables de nuestra acción, las éticas de responsabilidad por las consecuencias predecibles de nuestras acciones por que definitivamente no somos seres omniscientes”. Las éticas funcionales se ocupan de las condiciones de las posibilidades de las instituciones, así la ética del mercado, de la burocracia publica de la burguesía privada, la ética de los partidos políticos, representan una ética funcional; a ética de la investigación científica que en gran medida es una ética funcional. Cuando se habla de una ética funcional, es la aproximación suficiente, por el cálculo probabilístico de las profesiones liberales, un médico, un abogado; son las que se ocupan de las condiciones de las posibilidades de la vida humana. La ética del respeto a la vida humana y a la naturaleza, son inseparables una de la otra.

Las éticas funcionales, como la del mercado, implican valores como derechos a la propiedad privada, valores como el cumplimiento de los contratos, transacciones mercantiles, son valores funcionales; la ética del mercado, se funda en una acción racional instrumental, que en los medios de divulgación deja a fuera los fines; cayendo en los espacios de los juicios de valor; ello está comprometiendo, el futuro de la humanidad. La racionalidad instrumentada, se concentra, en los medios de los gustos.

“Tres tipos de éticas, tres tipos de racionalidad, están vinculados a un tipo de racionalidad”. Cuando se habla de la ética de la responsabilidad, por las consecuencias, presumible mente calculables; porque nunca tenemos certeza, eso no es posible. Hablamos de un tipo de racionalidad acotada, cuando hablamos de ética de la responsabilidad, no calculables, se cae en un espacio de lo cualitativo, de lo que no se puede medir, o cuantificar, no estamos hablando de valores funcionales, estamos hablando del reconocimiento mutuo, entre sujetos necesitados.

En tal sentido y en todos los espacios del saber humano, representados en la modernidad como son los valor humanísticos, los derechos humanos, el modelo democrático; éticamente hablando y entendiendo esta como la inteligencia del descernimiento de la razón, la inteligencia, racional, lógica, en suma de estos preceptos se definen como la paz; baluarte de todas las  sociedades desde el Europa, a Asia,  a las  Américas, la  lógica es la ética del bien común, la ética de la convivencia, de nosotros y la convivencia social, humana, entre nosotros, con el entorno vital, la tierra, el agua, el aire, con la naturaleza; son éticas de la vida. Efectivamente esta inserta la paz, la cultura de la paz como valor supremo.

Estas éticas, implican un distanciamiento con la modernidad en sentido instrumental, una rotura ética, y una rotura metodológica; ética, por que la modernidad, no da credibilidad a las éticas de los valores humanizantés, a esta ética, la modernidad no considera a las éticas morales de los valores del respeto en equilibrio de estas éticas, no las considera como tales. Es una rotura metodológica porque estamos hablando que hay un espacio de lo cualitativo, donde no podemos cuantificar todos los efectos predecibles de la acción humana.

Hablar de las éticas de la vida, como las que tienen que ver con la cultura de paz; es generar una rotura con la modernidad, por eso cuesta tanto. Por eso es más fácil decir, esta no es la paz, que queremos, paz si, con legalidad, o, es mejor una paz imperfecta, que la ausencia total de ella; la ausencia de la guerra es imposible. La paz, como la ausencia de la guerra, es lo que busca Colombia y todo el mundo. La ética de vida, es necesaria, si queremos seguir viviendo.

Seguir con el curso de la irracionalidad, excarcelada por la modernidad, es seguir por el camino del suicidio colectivo.

De la ética a los valores y los acuerdos

Estamos hablando de valores, como la solidaridad, la no esclavitud, lo opuesto a la explotación de la vida en todas sus representaciones; la paz, la cultura de paz, la libertad, los derechos humanos; la sabiduría de la acción. Estos valores, son valores por si, que derivan de la posibilidad, categorial, de no ser seres conducentes, ello nos devela las distintas éticas de vida; una, la ética moral de los cuidados. El territorio, la tierra, el agua, el aire, soportan la existencia de la vida, los acuerdos, como estructuras conceptuales consensuados entre los pensadores del acervo de los derechos en América Latina y ante el mundo, como una extensión del libro de los acuerdos internacionales, las constituciones, las cartas magnas de los derechos civiles, en ello, determinar que este continente es un territorio de paz, en el espíritu de las libertades, de los padres fundadores que como principios rigen a la humanidad.

En oposición a la esclavitud, la emancipación, en las dos perspectivas aceptar como verdades absolutas los antivalores de la mentira – la crítica, el encierro, la cárcel, la caverna de la oscuridad en el miedo,  como la inexistencia de derechos en la ausencia de valores,  de la ética; ello no se traduce en la reducción o disminución de los derechos, tales manipulaciones fracturan el entendimiento entre las personas, las organizaciones, los organismos, las instituciones, el país, las naciones; exaltar la reclamación de la vida en paz, como una premisa, en esta interpretación de la politología Latinoamericana, es la revolución de las ideas, de los ideales, de los valores humanos,  ofrece la otra cara frente a la guerra, frente a la corrupción.

Desde la espiritualidad y la evangelización de una cultura de paz

La paz es inexistente, una mirada desde la evangelización, frente a una vida plena, ello nos lleva a reflexión, sobre esta premisa “una paz inexistente en perspectiva de una vida plena”, la evangelización como la conocemos, ha escalado a la teología de la liberalización, por la paz y la vida, un testimonio común de la coalición de iglesias, organizaciones indígenas, campesinas, personas desplazadas, comunidades. En cuyo análisis los tratados de libre comercio TLC firmados entre Canadá y Colombia, dejan clara una lectura del vacío social de estos, no se lee en estos documentos; es una mirada, inexistente de denotación social; la ausencia a nivel de equidad de género; la lectura de los grupos religiosos, en el que la perspectiva de paz, que son voces progresistas, religiosas, no se le dio cabida a este documento de libre comercio. Este referente, permite que se eleven discursos de odio, desde el poder político, de cortes fundamentalistas, desembocando en pánicos morales, como una acción de supresión social, que incrementa la violencia contra las mujeres, periodistas, personas, grupos; es la escalada de la misoginia, segregación, que se perfecciona en las políticas públicas; una esclavitud mental.

La dialéctica de la fuerza en oposición

a las democracias occidentales

Acciones violatorias de los derechos humanos, son violatorias de las estructuras del ordenamiento social mundial, imponen un modelo económico desde el estado de la violencia sociopolítica.

Los países, el poder, tiende o trasladar concepciones importantes a los sectores sociales, populares. Desde otras lógicas se consolidan acciones, determinantes, como la presencia de bases norte militares, como el caso de Colombia con las bases Norte Americanas en su territorio. Estos aspectos en lugares opuestos, nos presentan la realidad de la población social y el impacto directo e indirecto sobre sectores como las organizaciones sociales, los sindicatos, que son vistas, para el poder como enemigos. Con el desarrollo de teorías o posiciones del enemigo interno; quitarle el agua al pez; descalificar las mingas, las protestas, las manifestaciones, las marchas, las expresiones sociales, juveniles que son vistas como enemigos; los analistas sostienen que estas líneas desde la lectura de los estados, constituyen tesis como el de los enemigos sociopolíticos de la paz, que orientan al caos y al precipicio de la traición, la perfidia. Las salidas y acciones militares, como salida a estas posiciones, traicionan el mundo de los acuerdos de paz; eliminando al otro, constituye un accionar para el militarismo de estado; su justificación, configurar la fuerza, la imposición de un reordenamiento territorial.

De los principios del estado social de derecho al golpe de estado maquillado e institucionalizado

La imposición a sangre y fuego de los estados totalitarios se funda en los principios de imponer un modelo, sea este económico, militarista, de facto, dictatorial, desde el estado, como un actor de violencia, desde una lógica a ultranza medida por el capital y este como poder de dominación absoluta; contrario a la democracia que funciona en la plenitud del orden social, institucional, enmarcado en las leyes y los derechos, en tal sentido.

Los ejércitos, la policía, los marcos legales, les regulan; fijan los límites del ejercicio del accionar regular en el marco de los derechos humanos; lo contrario es violatorio, las fuerzas del estado, contra los ciudadanos; los constituyentes primarios, los pueblos. En tal sentido estos extremos, se oponen a la democracia, al orden, a la paz, que es el fin último de su razón de ser; calidad de vida, vida digna, vida de bien estar, vida de prosperidad, estado social de derechos, es mantener el orden en sentido de la defensa de los derechos de los pueblos.

Por su parte, la justificación del paramilitarismo, como deformación de los órganos del orden constitucional, la policía como organismo de defensa de los ciudadanos, la violencia, desencadena la fuerza de las masas, dos vías en contra del equilibrio democrático; un nuevo orden establecido en el de los derechos Constitucionales establecidos, como derechos civiles; lo contrario   es accionar a sangre y fuego a poseedores, contra desposeídos. El modelo de financiadores por el despojo de la tierra, a través de modelos de la guerra, terratenientes, la concentración de tierras, riqueza, al margen de la ley, destruye la vida campesina, genera desplazamiento forzado de comunidades enteras, verdales municipales, pueblos. Ello, la imposición de la fuerza, impone y fija un modelo económico de producción arbitraria y de explotación a ultranza de las dinámicas agrarias de los pueblos. Lo opuesto una reforma agraria en equidad.

Tales modelos, al margen de la ley, o para estatales al margen de los derechos humanos,  son violatorios del derecho internacional, violan los derechos humanos de las estructuras del ordenamiento social mundial; imponen un modelo económico desde el estado de la violencia sociopolítica; ese caos subvierte el ordenamiento legal legitimo del estado, en el que las normativas se salen del control estructural, del control constitucional; crea agujeros para  la manipulación, los estados de excepción,   el estado de sitio,  estado de conmoción interior, doctrinas de seguridad nacional, la llamada guerra fría,  que han dejado al mundo al filo de la destrucción masiva.

Los mecanismos desbordados y sin control que terminan socavando la institucionalidad, deslegitima el imperio de la ley, entendida como el equilibrio de la ley y el derecho, en tal sentido, tal desbordamiento encamina un caos institucional, no hay ente que les regule, sin ningún control, terminan en acciones como los fenómenos derivados de modelos del holocausto racial, holocaustos no menores, el exterminio de movimientos políticos, organizaciones sociales, grupos étnicos, personas, lideres, mujeres, hasta bombardear comunidades con la presencia de la niñez.

Desde esta mirada crítica, la  lógica del caos, que socaba los logros alcanzados por la historia de la humanidad, se institucionaliza como – miedo, terror, el caos de la desaparición forzada, el exterminio; en este  anti – estado – perdida escalonada  de valores, se criminaliza a los constituyentes primarios, a los votantes, a los electores, los indígenas, los campesinos, los negros, las comunidades minoritarias; en tal sentido se polariza una sociedad de extremos inamovibles, los del no  extremo; así se eleva el estado del caos en la criminalización de las demandas sociales, la ausencia del ejercicio normal del dialogo, de la discusión de la puesta sobre la mesa de puntos comunes, a un de puntos de vista diferentes, posibles acercamientos, o acuerdos sobre lo fundamental;   el mecanismo de Ágora publica, con cabida a la mirada crítica,  legítima, las múltiples voces, todas. En tal sentido, en oposición, escala la protesta, que ante la continua supresión del estado social de derechos, asciende a protestas sociales, marchas y de ahí a guerras internas, guerras civiles y al último escalón de la vergüenza publica, la muerte de la democracia.  

De los acuerdos y el valor de la educación en la democracia de la paz

El acurdo de paz firmado en Colombia, un documento que ha sido elogiado en todo el mundo, a la luz de los análisis de los acuerdos de paz firmados en el planeta en el siglo XIX – XX, este el acuerdo de paz de Colombia que hoy camina su quinto año de aplicación; que, a pesar de todos los esfuerzos, sus evaluaciones, análisis, límites y limitaciones, impactos, positivos lectura negativa; aun, de los obstáculos que ha enfrentado y enfrenta.

La amplitud o las limitaciones de sus objetivos trazados para detener la guerra de más de medio siglo, en este país sur americano, no se consolidan en su totalidad; desde todas las miradas, una vez más la crítica, se lee que continua en crecimiento exponencial el arrasamiento de bosques tropicales, especies biológicas, explotación minera; a partir del desplazamiento y la guerra a comunidades en el Catatumbo, Cauca, la Amazonia.

Las causas muli-factor, históricos, político, cultural, éticos, morales, estructurales del estado nacional, de la sociedad; genera causas disonantes en la conformación del estado democrático, en su perfeccionamiento, en el supra modelo de occidente. Colombia se soporta en la concentración de la tierra. Tal desequilibrio deslegitima equilibrio del estandarte del estado, el ejecutivo, legislativo, judicial, Constitucional, que soportan la validez y el respeto como estado de derechos de la prosperidad social democrática; que terminan legitimando la perfidia estatal, gubernamental, deslegitima la autenticidad del acuerdo de paz, visibiliza unas  instituciones captadas por la corrupción que terminan manipulando a favor de los partidos de sus dirigentes, de la ejecución de los recursos públicos con fines personalistas o intereses empresariales, corporativos sin límites para responder demandas de calidad en su gestión,  hasta la manipulación de funcionarios públicos.

Pilares como la Fiscalía, la Procuradora General de la Nación, tal accionar genera en la población en la sociedad un rompimiento con la credibilidad del estado, resquebrajan la efectividad de su función; empuja la inestabilidad democrática.

Las líneas, están ligadas a las realidades de las relaciones internacionales de Colombia Estados Unidos; en el triángulo de un conflicto en el teatro de operaciones, hoy en la frontera Venezuela – Colombia, cuya realidad desde los analistas académicos, se movilizan por Venezuela armamento pesado; Colombia exacerba el discurso diplomático, la tradicional hermandad de dos países un solo territorio, desde la Gran Colombia. Socio vital en las exportaciones y el comercio binacional, primer renglón de comercio entre las naciones. Más de siete mil refugiados de guerra transitan, entre las naciones en este solo punto, a lo que se suma de la guerra interna de Colombia.

La única salida para el presidente del Parlamento de Colombia, la Comisión de paz del Congreso, es una salida dialogada, de los conflictos, “la guerra es el fracaso de la vida del estado”. Un acuerdo de paz en el que los actores, las víctimas han terminado como delatores de la guerra, profundiza más el rompimiento del tejido social. El estado mayoritario del gobierno, decidió hacer trizas el acuerdo de paz de Colombia, todos los caminos deben ser transitados para instaurar la paz. A un hay posibilidades. En tal sentido la ley 1620 de justicia de restitución de tierras; el estudio de la cultura de paz, desde las universidades, las practicas imaginativas de paz, pueden ayudar a retejer.

Desaprender la guerra

Las violencias sociales en Colombia, la usencia de derechos fundamentales, las limitaciones a la paz, el desarrollo de la resolución de conflictos; la realidad ha enseñado que la paz es una carta de triunfo de las democracias, un patrimonio político y social del país.

Aprendizajes, concepciones, educar para la paz, en el cuidado de la vida, del entorno. La pedagogía de la paz, de los derechos humanos. La resiliencia, la actitud de vida. Pedagogías en la consolidación del pluralismo, la validez de puntos de vista diferentes, la crítica, son pautas del entender y arribar un puerto, el de la razón, la lógica del entender la integralidad de los discursos en una sociedad pluri-étnica y multi-cultural como la colombiana.  

El paradigma Latinoamericano

Cultural mente al continente Latinoamericano, ha desarrollado un proceso de equilibrios con sentido ambiental y la bio diversidad; por su parte la política estratégica de Estados Unidos en el territorio de lo político se enarbolado por la línea de poder estratégico y geoestratégico, Latinoamérica por los movimientos sociales de las independencias y la autonomía de los pueblos. Las realidades de   los golpes miliares como elemento negativo, han sido contrarrestados con  la unificación de acciones colectivas contra esos modelos; se empoderaron las sociedades desde el sur del rio grande a la tierra del fin del mundo, décadas, generaciones, vidas, se entregaron por definición del movimiento social, un sociedad en estado social de derechos, la consolidación del modelo  democrático, desde la literatura, lo real maravilloso de las riquezas naturales,  desde la sensibilidad de las letras que ejemplifican una sociedad justa, si se quiere de sensibilidad poética, de un idioma musical, de una memoria unida a la historia de los cambio en el bien común.

En tal sentido la modernidad entendida en equilibrios reales de posibilidad de tener y articular un sueño propio, donde cabe la memoria histórica que resignificaron la forma y la manera de la identidad de la unidad Latinoamericana, las nuevas formas de entendimiento social, que echaron a andar desde siempre el paradigma de la Gran Colombia.

El territorio de soberanías alimentaria, fue baleado por el interés corporativo, transgénico, oligopólico del miedo, del holocausto a cuanta gota, del asesinato de la vida en primavera. Mientras el pueblo ponía los muertos y jalonaba la estructura de un modelo un continente; los hijos de esa misma sociedad; acuñan dimensiones literarias que describan la catástrofe del paraíso; desde el gran boom movimiento de los escritores latinoamericanos, la poesía, la escritura de las letras identifico cultural mente al continente Latinoamericano del Caribe.

El norte referente del mundo de la política estratégica de Estados Unidos con acciones militaristas, golpes de estado, dictaduras; empoderaron las sociedades desde el sur del rio grande a la tierra del fin del mundo, décadas, generaciones, vidas se entregaron por un movimiento social, el inicio de un modelo democrático social.  

Poner el conocimiento al servicio de las gentes, las teorías Investigación Acción Participación, IAP desde la escuela hacía el encuentro con lo nuestro, lo real maravilloso desde nuestros valores ancestrales; en paralelo corrían los ríos de sangre; del caos, la vida germina ya, la paz como esperanza, una razón de vida, no de muerte.

En enero del 2.016 América Latina del Caribe se proclama como territorio de paz, la paz de la libertad racial, el equilibrio de fuerzas de trabajo en la honradez de todos los involucrados conclaves regionales de paz CELAC.  Del acceso a la educación, como herramienta del saber para el hacer legitima la verdad.

Universidad como campo fértil en el contexto del Consejo Nacional de paz, una cultura de paz.

La educación, los profesores, docentes, maestros la educación a todo nivel, los educandos, estudiantes del saber, es la piedra angular, educamos en la paz; comunicar desde la pedagogía de la paz, rescatando la paz como un valor colectivo universal. En el que están; estado, nación, gobierno, sociedad civil. La pedagogía social, desde el concomimiento ancestral, la experticia como salida a las ausencias teóricas, aborda la paz como derecho para superar el conflicto, educar para la paz; sus categorías y dimensiones están por encima de la violencia estructural; la cultura ciudadana en las urbes, articulan los saberes desde la globalización, los valores de la civilidad, la solidaridad, el respeto a la integridad humana.

Los procesos de transición, pueden dar a entender la importancia de una paz duradera, los actores sociales profundizan en una pedagogía para la paz, que es un derecho y un deber en todo modelo de gobierno, de todos los colombianos. Un derecho.

Primera Parte Catorce entregas de prensa escrita.

Así, se lee el proceso de paz en Colombia.