Por: Fernando Ballesteros Valencia

Caminando la filosofía del cambio desde la comunicación social

El gran viaje existimos luego somos vida

Por: Fernando Ballesteros Valencia

Caminando la filosofía del cambio desde la comunicación social I

Damos inicio a una serie de escritos que se corresponden a reflexiones permanentes; profundas; no podrían ser más responsables; ya son cerca de tres décadas haciendo caminos al andar; miles de distancias, continentes caminados; respecto a ello me refiero a este el Latinoamericano; desde Bogotá a la Patagonia, desde Buenos Aires a Venezuela,  de Ecuador a Panamá,  de Chile al Trapecio Amazónico, muy cerca de México, Costa Rica, Puerto Rico, Nicaragua desde sus voces, mujeres, lideres, periodista, políticos, de Bogotá a Cuba a Estados Unidos. Leídos, hablado, cantado, bailado; siempre y sin detenerse  caminando desde siempre con la comunidad de nuestro continente; un idioma, cientos de lenguas, miles de pensamientos en  memorias narradas; retratadas desde la profundidad la intensidad de las conexiones de vida, una misma identidad cultural, que forja desde cada espacio, lugar, oficio, actividad, familias, amigos, hermandades; una suma de recuerdos que se tejen como una misma historia; la de Latinoamérica grande; se forja reflexiva como  naciones en una multietnicidad y pluriculturalidad que nos conectan desde siempre; desde la tierra, el agua, aire fundamentales de la casa grande de los imperios, Inca, Mayas, Aztecas, Toltecas, Olmeca, Aztecas, Chibcha, Muiscas, Caribe, Arawak, Pastos en más y más memorables culturas primigenias, libres, en paz pletórica de sabidurías ancestrales. Y fundadoras de los nuevos, mundos posibles, de los ideales emergentes de civilizaciones de la vida en la luz, en un caminar permanente.

Estas sumas infinitas, nos conduce por ecuaciones totales de identidades que se levantan, caminan, marchan, cambian, transforman, es el inmenso horizonte de las posibilidades, que elevan sus miradas sobre los muros del laberinto.

Se derriban, caen.      

Una civilización del encuentro en el orden, en el cosmos, en lo posible del posible que todas y todos habiten la Maloka, el Ágora, la plaza pública, la casa grande Colombia, la América Latina de todos; tierra, agua, aire. Sociedades que tienen como principios fundantes el saber, el de la sabiduría, sabia en el equilibrio moral de fondo, en el respecto a la otra, el otro, todas y todos; somos lo que hemos edificado. Desde la brasa ardiente, la flama roja, se levanta, purifica; ahora el calor del gran fuego social, abrazando todos los corazones; calienta y une las razones, equilibra los poderes y orienta los propósitos. Somos por que soy.

Un nuevo orden social desde siempre se moviliza, tierra, agua, aire; vitales de la vida sacuden las razones; la casa grande llama en el abrazo del calor de la flama, unen las mentes, la razón en el corazón; desde la profundidad de las raíces, sabia enérgica se elevan gigantes árboles, en una, la tierra madre; ordena a los bosques, orienta una a una gotas a miles millones, cientos, ríos caudalosos imparables, suaves pero raudas corrientes de vientos arremolinan bravías fuerzas,  lívidas nubes, se elevan sobre los bosques húmedos, limpia; tras de sí empujan tormentas, cúmulos, represas sociales, que anudan rayos, centellas, suman briznas, vientos, luces cálidas, que en torbellinos arrasadoras se entretejen con  corrientes tormentosas, ráfagas de muros de contención indetenibles, una perfecta tormenta social se ha levantado. Se detendrá en la purificación y en la plenitud de la prosperidad prolífica de la tierra.

Gran acumulado, diciente como ancestral, pre moderno y vigente mente moderno; contemporáneos, memoria los tepúyes de Chribiquete, escrito en sus monolitos el mensaje de la civilización humana, principio, huella de la existencia de este continente, tan diciente como la edad de la tierra. Tan vital como la Gran Colombia, la América Latina, la Casa Grande más de sesenta y cuatro millones de humanos.  

Placidas llanuras, bravías mesetas, se elevan montañas, cordilleras Andinas severas como el bravío pueblo colombiano de mil batallas; se precipitan con inmensos aludes de vida; toda la energía, arremete; perfectos cultivos a hora reviven en el caos; florece el nuevo orden; traerá la primavera de antes, de siempre, de ahora, del mañana; ahora. Es la hora, es el momento. Es aquí, es con todas y todos. Es la hora de la vida, del cambio.  

EL GRAN VIAJE

Somos porque soy, soy por que estamos.

Caminando la filosofía del cambio desde la comunicación social II

Ahora, que es el momento; que nuestras mentes están rebosantes de ideales, en que los remolinos del conocimiento, de las ideas, de los ideales, del ser por que soy, del somos porque estamos, del ahora, que nos toca en vida, la totalidad del acerbo de la humanidad; de la suma absoluta del conocimiento de civilizaciones. Somos la sociedad del conocimiento del saber, y del ser; desde las profundidades de los absolutos de los acervos, de la espiritualidad; nos mueven la levedad del absoluto del cambio por la vida; la apuesta total de la vida la paz total; la paz grande, nos complace ser todas y todos, ahora, y siempre, familias, hermanas, hermanos, unidos por el cambio en la ética del ser por que somos.

La suma de los acervos, del conocimiento, del saber, del poder social, común, en comunidad, entre todas y todos; en ello la identidad de la cultura poderosa del somos por que soy; en la convergencia, fusionada de las raíces ancestrales, campesinas, negras, mestizas; lo que, en suma, somos por que estamos. La regla en la unión, síntesis, lo que nos identifica como fórmula, la cultura que somos; caminamos en la tormenta de los encuentros de los mundos, de los acumulados, de las culturas planetarias por la vida, de las fundantes; de las que mantienen el legado, de la historia que se escribe con y en las gentes; somos por que estamos; somos seguridad humana.

Legado en la posta del deber ser, de la vida; ordenar el territorio alrededor del agua viva; los elementales, como vitales de la vida; nos dictan el forjar la red humana sobre la piel que es la tierra, de la madre tierra, fértil en la seguridad alimentaria de la humanidad; en tal sentido es necesario para la vida misma la protección de la tierra, el agua, el aire; no asesinar la vida en primavera; dejar correr las aguas transparentes, en ello la ética, la moral como líquido que  permee; no mancharlas, ensuciarlas, contaminarlas, abstenerse de asesinar la vida; es la bienvenida a recibir su don de vida;  sin aguas limpias, puras; asistiremos al fin de las especies, entre ellas la humana, de su mano,  de la mano del hombre se arrastra a la Bio-vida, a un, ambiente, tierra alimento, tierra habitad, tierra vida. Detener; lo que se denomina seguir ascendiendo a reducir, a asesinar el cincuenta por ciento del ambiente; por ello se habla de medio ambiente; no, sobreviremos con medio ambiente, media vida, media posibilidad de longevidad.

El cambio es ante una vida pletórica de existencias vitales, hecha inmarcesible, potencia mundial de la vida, por sobre la guerra o la muerte, el exterminio, la vida en la paz grande. Es la hora del cambio por la vida, los vitales; tierra, agua, aire, Pacha Mama, dadora de vida; la síntesis que nos define, el realismo mágico de la vitalidad como especie del cambio. Somos por que estamos. Ahora. 

Agua, siempre vital de vida; creamos maquinas que nos llevan a los extra muros del planeta; buscamos agua en otros planetas; cuando más del setenta por ciento del planeta tierra es agua, somos agua; somos vida, somos por que estamos vivos, inteligentes, sabios; plenos del ser y del saber; a fin, de poder vivir en felicidad, vivir sabroso, sin sed, sin hambre, con calidad de vida, en paz; consientes e inteligentes que la vida está por sobre la guerra; sobre la muerte; la vida representada en el nacimiento de la vida que emana del vientre materno; es liquido admitido, somos vida, somos agua; venimos del líquido de vida.

Tierra, la Pacha Mama, la tierra madre; vientre que soporta el globo de la vida de la maternidad humana; madre que porta la existencia, la vida, generaciones, pueblos, naciones, la especie humana, todas las especies vivas; la vida, una única vida. La vida en el planeta es inexistente; sin la tierra, sin la materia, ratificación de estar, del vivir, del ser por que existimos; somos materia, que contiene la vida, claustro del agua; vasija que en lo divino es existencia; una, en vida; las une, integra, atar tierra, agua, aire, inseparables; indivisibles de vida, por la vida. Somos tres, una en la totalidad del ser vida.   

Aire, en la caja cósmica del vientre reina el aire, el oxígeno, la dualidad, indivisible H2O; el equilibrio perfecto la magia de la vida; paraíso vital; el ambiente en su totalidad ser vida; no se corresponde como medio ambiente; es la totalidad del todo, la vida; totales ambientales de vida; la vida en la plenitud de su integralidad; la totalidad de la tierra, agua, aire; uno en todo, todo porque somos vida.

Estas, estamos en la trinidad de la tierra, el agua, el aire, una vida; que pondera la existencia; ordenar la vida humana alrededor del agua, de la tierra, del aire; en la suprema razón existencial de los equilibrios, de los vitales, tierra, agua, aire; en suma, priorizar la vida. Somos vida; por ello somos especies vivas, ordenar la vida, y el entorno de la vida misma, que reside en nuestra habitad; sin hogar, sin planeta; sin tierra; sin agua; sin aire, sin una de ellas, o en una mediana proporción, la mitad, es, medio ambiente; es media vida, no hay vidas a medias. El entorno de la Bio-vida, la integralidad en equilibrio de las especies, tierra, agua, aire; vida vegetal, vida animal, vida del agua, vida del aire, vida de la tierra; de las cuales la especie humana es solo una parte, la humana, la especie racional por excepción; especie humana de vida, desde la razón racional, lógica, inteligente la fuerza de la vida en cada uno; un todo, un total de totales; la suma de la existencia, somos por que existimos.

EL GRAN VIAJE

El poder de todos los tiempos

Caminando la filosofía  del cambio desde la comunicación social III

Las apariencias sociales del poder, de la riqueza la concentración de la riqueza en pocas manos; esta encaminando a la destrucción de lo esencial de lo especial, de lo fundamental de lo esencial a la supremacía de la vanidad acumulación; desde el caos a costa de la mayoría que nos arrastra en la hecatombe de la sinrazón. El caos de la existencia en que el poder de la supremacía basado en el temor, el miedo, la pérdida del trabajo, el limitado acceso al trabajo, el empobrecimiento humano desde todas y tantas más manipulaciones, modos de control social; condenan a la existencia humana, a la esclavitud de sus intereses, de la plusvalía. El derecho legítimo del ser humano condicionado  a un humano superior; por encima  de la vida; de la totalidad de la especie, condenada a la miseria, a la pobreza; existencia que se define en el sentido mismo de la sin razón, negar la razón del ser,  de la vida; más allá de las palabras, de las promesas, de la manipulación  del liderazgo, de los egos del poder de una minoría; el poder  de lo económico, de lo político, de lo humano, de lo mundano; la grandeza de la divina vida recae en la verdad, la razón de la existencia, que es la vida, como vital de la existencia; cuyas razones encuentran  sentido en la confianza de escribir en vida el cambio por la vida. Asumimos; por que somos; somos por que decidimos.

Mujer potencia mundial de vida; en el centro de los ordenes sociales; humanas, a cuyo cuidado ha sido dado por todos los órdenes el de la vida, el cuidado, la de proteger su existencia, es el poder la vida, mujer es vida; en el marco de derechos totales; únicos dados el de traer vida, portal la vida; con garantía efectiva, libres en sociedad; en el contexto territorial, reproductivos, en paz y equidad como pedestales de la existencia humana por encima de todo, por sobre la guerra misma. La vida primero, la mujer primero.

Mas allá de la concentración de la riqueza, que arrastra el poder por encima de los principios hasta al guerra; equilibrémonos en un estado de bien estar, de todas y todos; en los vitales de la tierra, el agua, el aire; ordenarnos en sentido del agua, vida, de la tierra, vida, del aire vida; el orden es que todo, la creación humana, que trae como herramientas,  los órdenes de la tecnología, de la ciencia, la investigación científica, como fuerzas definidoras que se corresponda con soluciones del ahora, se funden en la vida. En tal sentido, cuya supremacía esta y reside en la soberanía alimentaria, como autonomías de ordenes sociales de las naciones, en la democratización de la tierra fértil; cuyo fruto es la comida, alimentación de la familia, equilibrios, los contextos del campo del orden de lo urbano en equilibrio de los territorios vitales, en cuyo progreso están las fuerzas del sol, el viento, el agua, dinamizadores del orden frente a los caos de las basuras, del asesinato del ambiente, tierra, agua, aire que han de ser llevadas a la potencia cero desechos de destrucción.

La reproducción de la vida esta total mente hilado a la alimentación; la supervivencia de las especies se corresponde a la seguridad alimentaria; la tierra, el agua, el aire, vitales de vida en la existencia de las especies, de la humanidad. La tierra como fundante de todos los órdenes, ordenar el territorio alrededor del agua; en tal sentido la ecuanimidad de su distribución como hábitat de las especies en particular de la existencia eterna de la humanidad; humana en la sabiduría acumulada a equilibrar de forma que la inteligencia se perfeccione como potencia en generar alimentos sin arrasar; donde todas y todos podamos germinar en la vida de los alimentos.

Es el nuevo orden, el del ahora, el aquí, el de los equilibrios, el de la ecuanimidad del buen vivir, de vivir sabroso;  que se superponen como vida en el interés de una minoría del poder económico; a una mayoría arrastrada por la contradicción de la mega industria productiva, a un acosta del envenenamiento de los agroquímicos que envenenan y contaminan las  fuentes hídricas, de los océanos de plásticos como otra  monstruosidad humana de la tala de los bosques húmedos, de la super explotación minera, de la contaminación del aire como la nueva cloaca globo industrial en favor de la mega producción industrial; los países industrializados tienen la primera responsabilidad, son responsables de la irresponsabilidad a toda costo en detrimento de la humanidad, de la tierra, el agua, el aire, de las especies de la vida misma de la humanidad; el  común denominador es priorizar  la alimentación de la humanidad; no acosta de la vida de los vitales, tierra, agua, aire y de la misma especie humana. En tal sentido la técnica y la tecnología deben girar ahora, ya, al servicio del equilibrio de los elementales, tierra, agua, aire, priorizar a la humanidad; sin llevarla al abismo del exterminio.  En una red que conecta, lo local, con lo departamental, lo regional, continental, litoral, con lo regional latinoamericana en lo global en una conjugación de saberes compartidos, de la sabiduría de las madres, padres, abuelos. Así ascendemos a los factores económicos en equidad; como el acceso al crédito, con oportunidades en todas y todos; vivir en el ser del producir en definición de vida.

La tierra, el agua, el aire, sus equilibrios son la ciencia que define fertilidad y abundancia en todas y todo; allí, reside la definición de la democracia, en el campo, en la urbano; un todo es el habitad de la especie humana, con las especies, su permanencia en equilibrios biológicos de vida. En tal sentido, la economía para la vida es la ecuación perfecta entre el saber y hacer del campo, la industria, la economía popular, el turismo, el trabajo, una unidad del tejido del deber ser, en armonía con la vida como resultados de la vida. De las operaciones ecuánimes encontraremos las defunciones totales de la cultura, el arte, el deporte en vida sana y cuerpo sano.      

Colombia sociedad en la vida, Colombia sociedad para la vida

Caminando la filosofía del cambio desde la comunicación social IV

Los ordenes de la tierra, el agua, el aire nos han enseñado el camino naciente del cambio; en tal sentido los equilibrios naturales del ambiente, se equiparan y se trasladan a los balances  de las sociedades garantes de derechos en equidad; los abismos del colapso del efecto invernadero, del cambio climático, del límite del extremo al que nos ha arrastrado la mega concentración de la riqueza de la pequeña sociedad del oro, banqueros, mega corporaciones, multinacionales, poseedores de paraísos financieros; en paralelo es exponencial el crecimiento comparativamente  empujan al mundo de las desigualdades sociales, pobreza, desplazamiento, hambre, despojo de tierras productivas, desfavorecimiento del acceso  al educación, a la calidad de vida digna, de acceso a la salud, a vivienda digna, al progresismo propio que se desprende del estado social de derechos de un país con riqueza, de un planeta probo de bienestar de la vida. 

Se  han creado los desequilibrios sociales, económicos, culturales de poder, bajo la maquina del miedo del despojo; el caos es el resultante de este, la corrupción de los estados naciones, de los políticos; la salida ahora, ya,  nos orienta a una sociedad garante de los principios constitucionales; priorizar la vida, reestablecer los equilibrios, por sobre el monopolio del poder, del miedo, del sometimiento por la guerra; aun por sobre el negocio;  la vida se antepone a la riqueza de las sociedades del poder.   En tal sentido la admiración que despierta en nosotros las maravillas de la naturaleza de un amanecer, de un día soleado, de un atardecer fresco, de un gran paisaje, de la caja cósmica en la plenitud de sus mapas cósmicos; nos remite a los sentimientos más puros, el amor, el respeto, la educación la gestión pública de los servidores en la protección de la tierra, agua, aire; nos corresponde asegurar el llanto del recién nacido, la felicidad de la niñez, la plenitud de la juventud  al conocimiento total en el saber; en el respeto a la naturaleza en un camino seguro a la educación universal. Jóvenes con derechos liderando las transformaciones para la vida; en tal orden emergen como semillas en las artes, la cultura, el valor al patrimonio, la recreación el deporte como cultores de ser ético social.

Liderar la vida desde todas las instancias de la herencia ancestral, cultural multiétnica, pluricultural,  indígena, campesina, negra, raizal,  palenquera, Rrom,  dignificando  y liderando  la defensa de la vida,  el territorio,  la diversidad natural,  cultural de la identidad nacional, regional Latinoamericana; el cambio es por la igualdad,  la diversidad, por la seguridad alimentaria de todas y todos, a ello se suman todos los principios constitucionales, acceso a educación, salud,  pensión,  vida adulta digna,  habitad, vivienda,  servicios públicos;  como derechos,  en una justicia tributaria  en los derechos y con la vida.

La suma de lo que somos como especie Homo sapiens, es la paz en las libertades con seguridad humana en la libertad; en tal sentido la síntesis del progreso de las democracias en los estados sociales de derecho, se funda en los derechos fundamentales, y una agenda común internacional en la vida. En tales ordenes están, la democracia y la gobernanza del territorio, una seguridad humana cuyo fundamento y rectitud se determina por la vida; la erradicación del estado de corrupción cuyo régimen depreda la calidad de vida de la especie humana, animal, vegetal de los vitales; así se eleva el principio universal de la especie humana por la defensa contra el cambio climático en la paz.

Dejaremos el caos de la guerra, caminamos en los surcos fértiles de la paz; retornar a la ética pública de la palabra, comprometidos con los acuerdos de paz, la paz grande, la paz total; la sociedad el estado, y la comunidad internacional; es un compromiso global del ejemplo de la vida; es un cambio del paradigma en la lucha contra las economías ilegales, en un acto total de correspondencia de reparación efectiva e integral de a las víctimas de la guerra. La espada de Bolívar camina el sendero de la paz grande, la paz total de Colombia, de la región Latinoamericana, del mundo humano racional inteligente en paz de vida en equilibrio total con las vitales tierras, agua, aire con las especies todas y todos.    

Fernando Ballesteros Valencia

Periodista Comunicador Social / Investigador

Centro de Investigaciones en Comunicaciones para Iberoamérica

Agenda Publica A.P.

Corresponsales de paz